Gladys Tejeda corre la maratón más dura de su carrera. Desde que el viernes pasado el presidente de la Organización Deportiva Panamericana (Odepa) confirmara que se le retirará la medalla ganada en Toronto 2015 por consumir una sustancia prohibida, la fondista ya no solo enfrenta el reto de ser la primera en cruzar la meta. Además de la presea, Gladys Tejeda afrontará un proceso disciplinario en manos de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) y la Federación Peruana de Atletismo.
Básicamente, la medalla y la evaluación disciplinaria son dos procesos independientes. El primero está a cargo del Comité Olímpico Peruano y el segundo es a nivel federativo y el que falta definir.
A la Federación Peruana de Atletismo debe llegar en los próximos días la comunicación oficial de la IAAF en la que se pide iniciar una investigación sobre el positivo. Mientras esta se lleva a cabo, es probable que Gladys Tejeda sea suspendida provisionalmente.
Hermano de #GladysTejeda: “Está devastada, es una injusticia” ► http://t.co/xFgnJc4ju1 vía @DTElComercio pic.twitter.com/VfWQGBrGNH
— El Comercio (@elcomercio) septiembre 5, 2015
“Nuestra Comisión de Justicia será la responsable de realizar la evaluación del caso. Antes de dar el fallo se deberán escuchar los descargos de la atleta, quizás hacer peritajes, analizar explicaciones de los involucrados, etc. Es probable que el proceso tome entre dos y tres meses”, explica Óscar Fernández, presidente de la Federación Peruana de Atletismo.
Cuando la instancia nacional dé su conclusión sobre el caso, esta deberá ser elevada a la IAAF para su validación. Si la internacional la considera muy benevolente o muy severa, puede enmendar el fallo. La última palabra es de ellos.
¿Se puede hablar de tiempos de sanción?
Es difícil. El Código Mundial Antidopaje y la IAAF endurecieron sus medidas para este 2015 y las amonestaciones que antes tenían un período de 2 años de suspensión por dopaje aumentaron a 4. Sin embargo, cada caso se maneja de manera distinta por sus particularidades.
De demostrarse que Gladys Tejeda tomaba los diuréticos únicamente por motivos médicos, que no la benefician deportivamente y que quizás hubo negligencia no intencional, los tiempos podrían reducirse. Pero todo es circunstancial. La esperanza de la atleta es estar en Río 2016. Habrá que esperar el fallo.