Ramos abre con Broady: objetivo, la sexta Ensaladera

"Este año, la Davis pinta bien". Esa es la frase que recorre Marbella en boca de federativos, técnicos y periodistas antes de que el número uno de España, Albert Ramos, y el dos británico, Liam Broady, abran mañana (11:00) la primera ronda del Grupo Mundial en la tierra batida del Hotel Puente Romano. El objetivo de la sexta Ensaladera, esquiva desde el 2011, parece haberse reactivado merced a un sorteo propicio. Gran Bretaña, sin el lesionado Andy Murray, y en casa. Además, se suma la baja inicial también de Kyle Edmund (26º del mundo) para el viernes. "Está al cincuenta por ciento de su capacidad", justificó el capitán Leon Smith. No se ha recuperado de las molestias de cadera que sintió en la semifinal de Australia. La nueva norma de la ITF, que permite cinco jugadores, no hace que sea baja definitiva. "Iremos viendo", dijo el capitán. En los cuartos de final frente al ganador del Australia-Alemania España también ejercería como local.

Una prueba de que la Davis vuelve a apetecer es que a Marbella han acudido los jugadores españoles de mayor ránking a excepción de Rafa Nadal, que antes de lesionarse en Australia ya había renunciado pero se mostró dispuesto a "ayudar" más adelante. A la llamada del debutante Sergi Bruguera respondieron Pablo Carreño (10º), Albert Ramos (21º), Roberto Bautista (23º), Feliciano López (37º) y David Ferrer (39º), que de momento no jugará. Estos dos últimos con 36 y 35 años, respectivamente, conscientes de que puede ser una de sus últimas oportunidades para añadir una quinta y cuarta Ensaladera a su palmarés. El año pasado, para ir a Serbia a jugar cuartos, Conchita Martínez tuvo que recurrir al imberbe Jaume Munar para completar el equipo.

Bruguera prefirió reservar a Pablo Carreño, su top-ten, para el dobles, que formará con Feliciano, y tenerlo fresco para el domingo por si hiciera falta. Bautista será el segundo jugador de individuales contra Cameron Norrie, otro debutante como Broady. En el acto de confraternización previo, los equipos intercambiaron regalos. Los españoles agasajaron con una maleta a cada británico. Tenía mensaje. "¡Nos queréis mandar a casa pronto!", bromeó el capitán Leon Smith. Pinta bien, sí.