En lo que parecía ser un partido accesible, después del tempranero gol de Jhamir D’Arrigo a los 6′, Alianza Lima tuvo que esperar hasta los últimos 20 minutos para ponerse nuevamente arriba en el marcador. Fue un partido lleno de goles, errores y emociones de principio a fin. Los dirigidos por Alejandro Restrepo derrotaron 3-2 al Deportivo Garcilaso en la penúltima fecha del Torneo Apertura. Estos tres puntos son importantes no solo para sumar en la Tabla Acumulada, sino también de cara a la última jornada de la Copa Libertadores que tendrán contra Fluminense en Brasil.
Alianza Lima tuvo mucha sangre fría para sobreponerse en momentos críticos, siendo el factor mental crucial en el resultado del juego. Es especialmente destacable su respuesta tras el error de Franco Saravia en el remate de Luis Urruti, así como en la segunda mitad con la expulsión de Jeriel De Santis. Además, los blanquiazules aprovecharon las jugadas de balón parado cuando más necesitaban anotar. Finalmente, Sebastián Rodríguez jugó un partido perfecto, tanto en defensa como en ataque, siendo el conductor del equipo y estuvo involucrado en dos de los tres goles.
El factor mental
Durante el encuentro, Alianza Lima sufrió duros reveses. El primero ocurrió ocho minutos después de que D’Arrigo marcara el 1-0 a favor de los íntimos. Luis Urruti decidió probar con un disparo de media distancia que parecía no tener mayor peligro, pero terminó dentro del arco de Franco Saravia después de un error del arquero. De inmediato, el equipo respaldó a Saravia y se fue en busca del segundo. Aunque a los 36 minutos, Erustes aprovechó un rebote dejado por Saravia para marcar el 2-1 a favor de los cusqueños. El doble error del arquero no amilanó a los íntimos, que no dejaron de ir en búsqueda del triunfo.
Tomaron con calma la desafortunada actuación de Saravia y más aún después de que Jeriel De Santis fuera expulsado minutos después del gol del empate de Renzo Garcés (2-2). Esto no los descentró y tuvieron la mentalidad fuerte para demostrar su superioridad incluso al jugar con 10. Fue importante el respaldo de Restrepo desde el banco de suplentes, quien nunca perdió la calma ni siquiera en los momentos más tensos del partido. Asimismo, hay que destacar el liderazgo de Hernán Barcos para darle tranquilidad al equipo en todo momento.
La pelota parada
Después de que Deportivo Garcilaso se pusiera adelante en el marcador, Alianza Lima intentó llegar por todas las vías, ya sea con el balón en el suelo o con los centros ejecutados tanto por Kevin Serna como por Juan Pablo Freytes. Sin embargo, la defensa del ‘Pedacito del Cielo’ estuvo bien parada para acabar con las arremetidas al arco de Diego Penny, quien también supo resolver algunas situaciones claras de gol para los victorianos.
Pero si hubo algo en lo que sufrió el conjunto de la ciudad imperial fue en la pelota parada. Justamente fue bajo esta vía donde llegaron los goles de Alianza Lima que terminaron dándole la victoria. Primero, con el tiro libre ejecutado por Sebastián Rodríguez, que fue salvado apenas por Penny, pero cuyo rebote le quedó a Renzo Garcés para mandarla a guardar. El mismo uruguayo, pero esta vez desde el córner, propició el gol que acabó con el cabezazo de Freytes, autor de la anotación del triunfo. En ambas jugadas, Garcilaso demostró carecer de atención para los rebotes tras el balón detenido.
Un ‘Bigote inspirado
Si hay un fichaje que ha dado la talla e incluso superado las expectativas, ese es sin dudas Sebastián Rodríguez. Casi siempre que el equipo lo necesita, no tiene problemas en asumir la responsabilidad de la creación. Ante Garcilaso no fue la excepción. No solo demostró su capacidad para generar y distribuir el juego, sino también para, cuando se le requirió, ser el volante de marca, recuperar y salir jugando con una tranquilidad y calidad únicas.
Sus estadísticas lo respaldan con un 87% de precisión en sus pases, siendo del 100% en los balones largos. A esto hay que sumarle que ganó siete de los siete duelos terrestres que disputó, siempre saliendo con el balón dominado e iniciando jugadas de ataque con peligro. Pero su gran contribución para el equipo blanquiazul fue su participación en los dos últimos goles. Primero, con un tiro libre que apenas pudo rechazar Penny, pero que acabó en dos rebotes (uno de ellos terminó en gol de Renzo Garcés). Y, segundo, con un córner que culminó en el tanto de cabeza marcado por Freytes. Un centro flotado que descolocó a Penny y compañía, terminó siendo la anotación del triunfo para los victorianos.
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