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Este recuerdo fue lo primero que me vino a la mente luego de la goleada de la selección sobre República Dominicana el martes último. El contexto es distinto, tanto como los personajes, ¿pero por qué un triunfo tan contundente nos ha dejado -o me ha dejado- tan preocupado? ¿Somos demasiado injustos con Fossati? ¿Le exigimos mucho a un equipo que está aún en fase de reconstrucción?
LO MEJOR
Se extrañaba volver a la victoria y que la gente vuelva a sonreír. Parte de ese vínculo con la selección se ha recuperado. Como señalé en este mismo rincón la semana pasada, para un país roto como el nuestro, que el fútbol vuelva a ser un motivo para reír y abrazarse será siempre una buena noticia.
EL MEJOR
Bastaron 25 minutos para que Andy Polo replique en la cancha lo que suele hacer con la U. Rápido para el desborde, inteligente para el desmarque, es dueño de un cambio de ritmo que descoloca a cualquier defensa. Ahora necesita repetir este rendimiento ante un rival más poderoso en un partido oficial, rubro en el que lleva años en debe.
EL TRAJINADOR
Wilmer Cartagena fue uno de los que entendió con mayor rapidez lo que quiere Fossati de él: trajín para la marca y sentido de ubicación para apoyar en la triangulación a Polo cuando desborda. Es el Pérez Guedes que tanto necesita el carrilero crema.
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LAS DUDAS
Sergio Peña debe ser el jugador que más merecimientos ha hecho para ser convocado. El año pasado fue fundamental en la campaña del Malmoe campeón. Con la bicolor, se esfuerza, toca, pero no arriesga ni aparece en las jugadas de peligro. Su gol contra los dominicanos fue un regalito del arquero.
Tampoco atrapa Marcos López, quien esta temporada apenas ha jugado 52 minutos con el Feyenoord. Joao Grimaldo, como interior, mostró chispazos, lo mismo que Miguel Trauco.
La enésima oportunidad recibida por Carlos Ascues debe entenderse porque es uno de los pocos defensores capaces de brindar una salida más o menos pulcra. Si a sus casi 32 años se da cuenta lo que significa ser un buen profesional, será una buena elección. Todo depende de él.
El amor de la hinchada por Oliver Sonne es similar al que le tuvieron en su momento al ‘Chaval’ Benavente. Salvo un taco, no mostró nada trascendente.
Paolo Guerrero volvió a ser la sombra difusa del extraordinario delantero que alguna vez fue. Exigirle la velocidad y los movimientos de años atrás es imposible, pero entristece verle luchando consigo mismo para intentar ser más productivo.
LAS FIJAS
A pesar de que se durmió en el descuento dominicano, no hay manera de bajar del puesto a Pedro Gallese. Ante los nicaragüenses, Carlos Cáceda fungió de acróbata y salvó el arco un par de ocasiones. La continuidad le ha devuelto la confianza a Alexander Callens, Gianluca Lapadula sigue estando varios escalones arriba entre los atacantes y aunque seguiré insistiendo en mi cruzada para que juegue más cerca del área, Piero Quispe es el jugador distinto de la volante.
QUÉ FALTA
Los partidos sirvieron para que Fossati conociera el material que tiene a mano y esbozara un funcionamiento. Pese a la contundencia del triunfo sobre los dominicanos, la idea se apreció mejor con los nicaragüenses. Jugar sin un 9 claro ante los paisanos de Juan Luis Guerra hizo que se perdiera peso ofensivo. Las profundas debilidades del rival, sobre todo de su arquero, fueron las causantes del desbalance en el marcador.
Al equipo también le falta jerarquía: Renato Tapia -como cabeza de área o mediocentro- y Yoshimar Yotún son imprescindibles. El ‘Nono’ ha pedido dos partidos antes de la Copa América. Ojalá le alcance el tiempo.
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