El conflicto entre Paolo Guerrero y el club César Vallejo no tiene cuándo acabar. Esta vez, el futbolista emitió un extenso comunicado en el que lamenta la inseguridad ciudadana que se vive en Trujillo y reafirma que su decisión de rescindir su contrato es para proteger a su familia.
“En mi decisión de rescindir el contrato laboral y solicitar mi desvinculación ha primado la vida, la seguridad y la tranquilidad de mi familia, amenazada expresamente, según los mensajes extorsivos. No existe ninguna promesa que garantice que no les pasará nada”, se lee en el documento.
Asimismo, el capitán de la Selección Peruana aseguró que desde el primer día en que su familia recibió las amenazas, estas fueron comunicadas al presidente del club, Richard Acuña, así como a las autoridades pertinentes y no recién el 14 de mayo como trascendió en algunos medios de comunicación.
“Esta situación no ha sido fácil de manejar, pues continuar con tu vida normal mientras la procesión va por dentro, no es sencillo ni agradable. Mucho menos, si continuaban las amenazas sobre los más cercanos: tus padres, tus hijos, tu familia”, sostuvo el delantero que radica en Brasil.
PAOLO PIDE DISCULPAS
Finalmente, Guerrero hizo un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto en materia de seguridad y pidió disculpas a las personas que se haya sentido ofendidas con sus palabras y su trato, entre ellas a Christian Cueva, quien trató de averiguar la veracidad de las amenazas.
“Al pueblo de Trujillo, mi esperanza que pronto vengan días mejores, que permitan que nadie se vea amenazado por vivir allá”, concluyó el futbolista, quien este sábado formalizó su renuncia ante César Vallejo, pero el club rechazó la desvinculación y todo se resolverá por la vía legal.
COMUNICADO DE PAOLO GUERRERO