Vayamos por partes. Cuando Reynoso asumió el buzo de la selección en agosto del 2022, se pensó que su trabajo iba a basarse en continuar lo bueno que había dejado el proceso de Ricardo Gareca, pero también en incrementar el universo de jugadores para la selección. Cueva venía de ser el futbolista predilecto del ‘Tigre’ y, como tal, era necesario que mantenga ese nivel por el bien de todos. Pero lo que sucedió fue lo contrario: tras perder el repechaje contra Australia en junio, Christian solo fue titular en dos de los cuatro partidos amistosos que Perú disputó ese año. Arrancó contra México y luego ante Bolivia. Y si bien fue considerado en todos los encuentros, sumó 199 minutos y no completó un partido entero.
Desde entonces, había una señal: Cueva ya no era el mismo que vimos en las últimas clasificatorias y su rendimiento en el campo había decaído, al menos con la selección. Reynoso notó ese bajón, pero su prioridad en ese momento fue encontrar variantes para su equipo, sobre todo pensando en los tres años que duran las Eliminatorias Sudamericanas. Mientras el técnico intentó sumar esfuerzos para armar una selección acorde a su manera de entender el fútbol, ‘Aladino’ deambulaba entre la falta de continuidad en Al Fateh y su posterior arribo a Alianza Lima, donde pensó que iba a ser su lugar en el mundo. La llegada de Christian a Matute fue una decisión arriesgada para el jugador, porque volvió al fútbol peruano cuando todavía podía dar más en el exterior. Pero sucedió y lo que vino después todos lo conocemos.
Para los amistosos de marzo del 2023 contra Alemania y Marruecos, Reynoso no convocó a Cueva por una razón: su inactividad futbolística. Resulta que ‘Aladino’ había jugado su último partido con Al Fateh el 30 de diciembre del 2022; es decir, tenía casi tres meses sin jugar cuando fue prestado al club blanquiazul. “Queremos que se respete los tiempos de una buena pretemporada, ponerse nuevamente en forma”, justificó el ‘Cabezón’ en su momento. Si bien hubo conversaciones entre ambos a fin de mantener el contacto como señal de confianza, el técnico siempre puso por encima de todo el presente del jugador. Para Juan, ‘Aladino’ no era un futbolista convocable por rendimiento ni registros, y tampoco cumplía con las mediciones mínimas y las exigencias que ponía el entrenador.
Es verdad que todo futbolista tiene que hacer méritos para llegar a la selección, pero Cueva era un caso especial, uno en un millón. No hay en nuestro balompié un jugador con sus características, por lo que siempre fue importante tenerlo cerca de la bicolor. Este año, solo fue considerado para la gira asiática de junio ante Corea del Sur y Japón, y en ambos partidos ofreció un rendimiento por debajo del esperado. Luego se reveló que su mal performance tenía que ver con una lesión a los ligamentos de su rodilla derecha. Estuvo limitado físicamente y ese hecho lo sacó prácticamente de cualquier convocatoria de Reynoso. No hubo un plan desde la Videna para recuperar al jugador y tampoco hubo una intención del propio futbolista en volver a ser el de antes. Y esa disonancia se notó en la selección, porque una falencia del equipo en las Eliminatorias fue la poca inventiva con el balón, la falta de creatividad para ser ofensivos y la inconexión entre sus líneas.
Entonces, la ausencia de Christian sí se notó en estas primeras seis fechas y es consecuencia una responsabilidad compartida. Hoy Reynoso ya fue informado de que no seguirá en la selección y el futuro de Cueva en Alianza Lima es una incógnita. Si bien la aparición de Piero Quispe es importante, hace falta sostener su crecimiento y mellar los problemas que ha presentado la bicolor en el juego. Pero también depende de ‘Aladino’ y su motivación por volver otra vez al gran escenario. Perú jugará en septiembre las fechas 7 y 8 de las Eliminatorias, y hay tiempo para todo. La pelota está en la cancha del ‘10′ blanquiazul.
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