La selección peruana sumó su último día de entrenamiento en el Estadio Nacional previo al duelo ante Colombia y, pese a la situación comprometedora en la que se encuentra en la tabla, el buen ánimo y las risas fueron los protagonistas de la tarde. Tras la habitual charla inicial, se realizó un ‘apanado’ grupal a Leonardo Martins, asistente técnico y reemplazo de Jorge Fossati este viernes debido a su suspensión.
LEE MÁS: “Se debe asumir este partido como si fuera el último de nuestras vidas”: Ortiz Bisso y la importancia de ganarle a Colombia en Lima tras 43 años
Luego se dio una dinámica de ‘camotito’ que sacó las risas de los convocados, sobre todo de Luis Advíncula, el más ‘chacotero’ del grupo. Por su parte, Gianluca Lapadula, al perder una de las pelotas, dejó salir su léxico más peruano.
Martins al banco
Como se recuerda, Jorge Fossati se encuentra suspendido y no podrá dirigir este viernes ante Colombia, por lo que su reemplazo es Leonardo Martins. Por su parte, el asistente técnico uruguayo fue el que brindó la conferencia de prensa de protocolo, aunque sin extenderse mucho en las declaraciones ni deslizar alguna frase polémica.
Una vez que el entrenamiento inició se dio la charla inicial habitual y luego se realizó un ‘apanado’ a Martins debido a su ‘debut’ en banquillo de la selección peruana este viernes. Luego fue el turno de Fossati, quien terminó persiguiendo a Maxloren Castro a modo de broma. A partir de entonces, el buen ambiente se percibía entre los convocados.
‘Camotito’ y Lapadula
La primera dinámica estuvo a cargo del preparador físico Sebastián Avellino y se trató de un ‘camotito’ que consistía en que todos hacían una redondela que no debían dejar salir el balón usando los piernas y tres que se quedaban al centro yendo tras él. Uno de los primeros en prestarse a las bromas fue Luis Advíncula, quien, a modo de queja, gritaba que las patadas no valían: “Todo pelota, por favor, el partido es mañana”, se le escuchaba decir.
En cierto momento, la pelota llegó a chocar en la mano de Gianluca Lapadula y, por tanto, debía colocarse al centro. Sin embargo, el ‘Bambino’ decía que él siempre tuvo las manos juntas y se quejaba de haber ‘perdido’ en el juego. Una vez que se encontraba en el centro del campo, iba detrás de la pelota y al perder junto al resto de sus dos compañeros, dejó salir su léxico peruano: “por la p*******”, gritó.
Una vez que la dinámica culmino, entre muchas risas y bromas por parte de todos los convocados, Jorge Fossati se fue a un lado de la cancha a conversar con Juan Carlos Oblitas y Franco Navarro Jr. Por su parte, Avellino hizo que los futbolistas trotaran alrededor del campo para luego hacer ejercicios de velocidad en corta distancia y, por la colocación de pequeños arcos a un lado de la cancha, también se preparaba que practiquen definición. El gol, sin duda, es la principal preocupación de este comando técnico.
Ver noticia en El Comercio: DT