Dos décadas no es poco. Cuando se mira sobre el hombro, uno se da cuenta cómo en ese tiempo se han acumulado las anécdotas, los recuerdos, las vivencias, y, sobre todo, la experiencia.
Nacido en Bayamón, Puerto Rico, Gilbert Cosme debutó como luchador profesional en la International Wrestling Association de Víctor Quiñónes, de quien el hoy conocido como Ricky Banderas no tiene más que gratos recuerdos:
“Víctor Quiñónes, que en paz descanse, fue la persona que me apoyó y que me dio la oportunidad. Y si no fuera por él, muchas de las cosas que sé hoy, no las sabría”.
Se le comenta que hay pocos luchadores borícuas que hayan podido alcanzar el grado de internacionalidad como él. Puede comparársele con cuatro grandes gladiadores de la isla del encanto: Pedro Morales, Carlos Colón, Savio Vega y Carlito. Al hacérselo notar, Ricky Banderas luce agradecido por la comparación, pero a la vez muestra las ganas de superar a sus paisanos:
“¡Jajajá! ¡Yo pensé que era el primero! No, para nada, aunque hay que esperar un poquito más, que bueno que se me considere así, representando a Puerto Rico en todas partes del mundo. Me siento muy orgulloso. Gracias a la fanaticada yo soy quien soy”.
El fortachón vino por primera vez a México en octubre de 1998, enviado por Quiñónes para foguearse. Trabajó un par de meses en la Arena Monterrey, cuando ésta arena era manejada magistralmente por la señora Lila Cavazos. En julio de 1999 trabajó una fecha para Tormenta de Estrellas, la empresa de Masakre, formando parte del cartel de Guerra de Naciones. A finales de ese año luchó como técnico con AAA
En 2001, más corpulento y ya como Campeón Mundial de Peso Completo IWA, Banderas regresó a México para presentarse como luchador sorpresa en la función X-LAW Genesis, en El Toreo de Cuatro Caminos, donde enfrentó en una lucha de cuatro esquinas a Juventud Guerrera, Nova y Nicho el Millonario. Al recordarle este hecho, su mirada se vuelve nostálgica, su mente viaja y evoca más batallas en el coso cuatrocaminero:
“No fue la primera vez que viene a México, pero fue una de las primeras veces que luché aquí. Fue en la plaza de toros, donde también perdí la máscara (Muerte Cibernética cayó en El Toreo ante La Parka en Triplemania XIV). X-LAW fue una empresa muy buena, y que es parte de mi vida como luchador”.
Durante la conferencia de prensa de la cual ya dimos parte, El Mesías nombró como su mejor encuentro dentro de AAA la lucha que él dio contra Dr. Wagner Jr. en Triplemania XVII, misma que dejó satisfechos a propios y extraños. Sin embargo, Ricky durante sus más de doce años en AAA consiguió tener otras grandes luchas. Una de ellas donde le tocó disputar el Campeonato Mundial de Peso Completo TNA ante el fenomenal AJ Styles, aunque no fue la única lucha entre ambos, el 3 de noviembre de 2013 los dos luchadores, en Tonalá, Jalisco dieron una lucha memorable:
“Ese día yo no estaba programado para esa función. Me tuvieron que llamar para decirme que fuera a luchar contra AJ Styles, porque no había talento para llevar ese tipo de lucha. Me acuerdo que fue una de las mejores de ese año y no estaba programado. Fue muy bueno. Hacía tiempo que no veía a AJ Styles porque yo trabajé con él en TNA”.
Una de las rivalidades históricas de El Mesías es la que tuvo por todo el mundo contra Vampiro, el hoy encargado de programación de AAA. El momento más controvertido de esa rivalidad se dio durante la extinta Wrestling Society X, cuando El Mesías aventó una bola de fuego directo a la cara del Vampiro, acto que ayudó a que fuera cancelada la temporada y el proyecto. En tono de broma se le cuestiona que sí aquella bola de fuego del 2006 no ayudó a su salida de AAA. Ricky se muestra serio al responder:
“Si hubiera sido por eso ya hubiera salido desde hace tiempo. No para nada. Si no fuera por el Vampiro la verdad es que yo no estuviera aquí. Le debo muchísimas cosas al Vampiro. Él sabía como me sentía en la empresa. Él siguió trabajando de la empresa y yo me fui. No me pudo ayudar mucho porque tiene las manos atadas. Es lo que te puedo decir”.
Se dice que el sueño de cualquier luchador profesional es ingresar al monstruo de mil cabezas llamado WWE. Al cuestionársele si antes o después le hubiese gustado entrar a la empresa de los McMahon, Ricky logra cierto grado de resignación al sentirse sin tantas ataduras en su estilo de luchar en las empresas donde ha trabajado:
“Si no se dio WWE, fue por algo. Estoy en Lucha Underground, y es por un propósito. En WWE te coartan mucho; en Lucha Underground puede salir tu personalidad luchística. Hay más futuro en Lucha Underground que en la WWE, para mí, personalmente”.
— ¿Algunas grandes luchas que recuerdes de AAA?
— Las luchas que tuve con LA Park, con Dr. Wagner, El Cibernético, con La Parka, con Sting; esa lucha que dimos en Monterrey. Son muchos recuerdos bonitos los que yo me llevo de todos ellos. Gracias a la fanaticada, a los medios.
Pide a los promotores no cerrarse a los hostigamientos que seguramente hará Dorian Roldán y su mafia del poder:
“Por favor, promotores, no se dejen llevar por lo que dice la AAA. Como independiente estamos aquí para darles lo mejor”.