Los pilotos de la escudería Mercedes, el británico Lewis Hamilton y el alemán Nico Rosberg, nuevo líder del Mundial desde el pasado Gran Premio de Singapur, lideraron una sesión de entrenamientos cada uno y se prepararon para la batalla de mañana, sábado, por la 'pole position' en Sepang.
Rosberg dio el primer golpe con un mejor tiempo de 1:35.227 que le valió para liderar la primera sesión de la mañana con prácticamente medio segundo sobre su compañero (494 milésimas).
No obstante, el tricampeón mundial Hamilton contraatacó en la segunda tanda con un registro de 1:34.944, 233 milésimas mejor que el de su compañero en una sesión teóricamente más similar en condiciones (34 grados centígrados) a la del sábado.
En cualquier caso, el duelo entre los Mercedes, que son un segundo más rápidos que cualquiera de sus perseguidores, encabezados esta mañana por los Ferrari del finlandés Kimi Raikkonen, campeón del mundo en 2007, y el alemán Sebastian Vettel, tetracampeón entre 2010 y 2013, se presenta apasionante.
Un combate al más rápido el sábado, pero que podría verse invalidado el domingo si las previsiones de lluvia (que están por debajo del 50 por ciento de probabilidades) se hacen realidad y enloquecen la carrera sobre el asfalto nuevo de Sepang, un circuito marcado por el calor y la humedad, que provocan una exigencia física muy alta para los pilotos.
Por detrás de los Mercedes, Ferrari pareció estar un punto por delante de Red Bull, con Raikkonen por delante en la primera tanda y Vettel mejor en la segunda. La escudería del 'cavallino rampante' tiene buenos antecedentes en este circuito, donde consiguió una de las tres victorias que logró la pasada temporada.
En el segundo escalón de escuderías se presenta una lucha apasionante, con el Force India del mexicano Sergio Pérez o el McLaren-Honda del español Fernando Alonso (bicampeón en 2005 y 2006) irrumpiendo en los puestos tradicionalmente reservados a Red Bull.
Alonso, que fue quinto en los primeros entrenamientos, estrenó su octava unidad de potencia y otras piezas, por las que acumulará hasta 30 puestos de sanción, lo que le llevará al final de la parrilla del domingo.
Se trata de un movimiento previsto, pensado para probar el motor del Gran Premio de Japón, el de 'casa' para Honda, y de hecho es probable que el asturiano no utilice esa nueva unidad de potencia en Sepang, que quieren mantener incólume para la carrera nipona.
"Mañana esperamos participar solo en la Q1 y guardar los neumáticos nuevos para atacar sin parar en la carrera", explicó Alonso, que se puso la zona de puntos como objetivo en la carrera.
Su compatriota Carlos Sainz (Toro Rosso) vio una mejora de su monoplaza en la segunda tanda de clasificación -la más parecida a las condiciones de clasificación y carrera en cuanto al calor, pero también la más engañosa por las diferentes cargas de gasolina en los monoplazas- en la que fue undécimo, después de un decimoquinto lugar en la primera tanda.
También mejoró el mexicano Sergio Pérez, que situó su Force India sexto en la segunda tanda tras ser noveno en la primera, no así su compatriota Esteban Gutiérrez (Haas), decimocuarto en ambas y fuera de su aspiración de estar en la Q3, algo que ya consiguió en Monza, y los puntos, que de momento le han sido esquivos.
La mayoría de los pilotos valoró positivamente el nuevo asfalto de Sepang, del que se temía una excesiva degradación de los neumáticos (el fabricante Pirelli ha impuesto el neumático duro como compuesto obligatorio durante algún momento de la carrera) y del que todos elogiaron el agarre que ofrece.
Otra cosa será su capacidad para drenar agua en caso de lluvia, posible el sábado y más probable el viernes, una circunstancia que podría animar sobremanera un Gran Premio de Malasia que, de otra forma, será un duelo a dos entre los Mercedes.