Randy Orton es, sin dudarlo un instante, uno de los pilares que en este momento tiene WWE. Donde, a pesar del tiempo, se ha mantenido en los turnos estelares por su personalidad de rufián, una especie de anti héroe al que la gente quiere independientemente de hacer el bien o el mal. Y como lo hemos podido constatar, dicha personalidad se ha extendido a las redes sociales, donde se ha visto como el insurrecto atacante de los defensores de la lucha independiente.
Pero por lo visto el rufián más maldito del Universo WWE no ha tenido inconveniente con mantener su halo de maldad fuera de cámaras, en la vida real. Circula por las redes sociales el siguiente vídeo que lo avala como tal:
En el vídeo podemos ver una reunión familiar en lo que parece la piscina de la casa del múltiple Campeón. Mientras varios niños juegan básquetbol en una canasta, otro más pequeño se zambulle en la piscina. Orton, quien en un primer instante aparece junto a su perro supervisando las actividades de los pequeños se queda fuera de toma, cuando su hijo adoptivo Robbie de doce años se lanza hacía el agua Orton amaga y sí: ¡RKO everywhere! sobre el menor para que ambos caigan en la alberca en algo que arrancó las sonrisas de los presentes. Y difícilmente alguien podría juzgar de mal padrasto a Orton por su accionar.
Sin lugar a dudas se ve que en la casa de Orton se respira un ambiente sumamente divertido y donde no hay barreras para divertirse entre los seres queridos. Y por lo visto, la reacción que tuvieron los luchadores independientes no le interesa demasiado, el luchador, que disfruta plenamente su vida tras el personaje de mal nacido que tantos resultados le ha dado en la WWE.
¡No intenten esto en casa, Orton es especialista!