El nuevo zar de la frontera, Tom Homan, ha advertido sobre los retos que enfrentará el gobierno entrante en su ambicioso plan de deportaciones masivas. Con una infraestructura migratoria insuficiente, se requerirán 100,000 camas diarias, lo que plantea interrogantes sobre la financiación y la capacidad de respuesta del Congreso.
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Homan, exdirector de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE), ha señalado que el plan de expulsión de inmigrantes indocumentados está “en marcha”, pero su implementación dependerá de la aprobación de fondos por parte del Congreso. Este escenario se complica por la necesidad de acuerdos bipartidistas, ya que los republicanos deberán negociar con los demócratas para obtener los recursos necesarios.
La necesidad de una infraestructura adecuada
Durante una entrevista con CNN, Homan enfatizó que se necesitará un mínimo de 100,000 camas para detener a inmigrantes, cifra que supera con creces la capacidad actual de ICE, que oscila entre 38,000 y 40,000 camas diarias. Este aumento en la capacidad de detención requerirá no solo fondos para las camas, sino también para operaciones de arresto y vigilancia en centros de detención, así como para acelerar los procesos de deportación, todo dentro del marco del debido proceso migratorio.
Alex Gálvez, abogado de inmigración en Los Ángeles, subrayó que “todo extranjero que sea detenido tiene derechos”, lo que implica que el nuevo gobierno no podrá simplemente arrestar y deportar sin respetar el debido proceso. Esto incluye la posibilidad de que los detenidos soliciten fianzas o representación legal, lo que podría complicar aún más el proceso de deportación.
Desafíos en el Congreso
Homan también reconoció que el éxito del plan de deportaciones masivas dependerá de la financiación que obtenga del Congreso. Aunque los republicanos controlan ambas cámaras, no cuentan con una mayoría absoluta, lo que obligará a negociar con los demócratas. En la Cámara de Representantes, se requieren 218 votos para aprobar leyes, y los republicanos tienen 220, mientras que en el Senado, se necesitan 60 votos, donde los republicanos cuentan con 53.
El nuevo zar fronterizo ha mencionado que el plan de Trump podría incluir el uso de tropas de la Guardia Nacional, aunque estas no estarían encargadas de realizar arrestos directamente. En cambio, su función sería apoyar en el traslado de detenidos y en labores de vigilancia en centros temporales de detención.
Financiamiento y recursos necesarios
Hasta el momento, Homan no ha especificado cuánto dinero será necesario para implementar el plan de deportaciones. Sin embargo, el Proyecto 2025, elaborado por líderes conservadores, sugiere que el Congreso debe redirigir fondos de organizaciones no gubernamentales hacia la seguridad fronteriza y la detención de inmigrantes. Además, se propone revisar los fondos destinados a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) para que se utilicen en acciones de seguridad nacional.
El Proyecto 2025 también destaca la necesidad de aumentar la capacidad de detención a 100,000 camas, así como la contratación de más oficiales de deportación y abogados para garantizar que se respeten los derechos de los detenidos. Estas medidas son vistas como esenciales para llevar a cabo el plan de deportaciones masivas de manera efectiva.
Recomendaciones y próximos pasos
Entre las recomendaciones del Proyecto 2025 se incluye la creación de una autoridad similar a la del Título 42, que se utilizó durante la pandemia, y la asignación de recursos para mejorar la infraestructura de la frontera. También se sugiere derogar leyes que otorgan beneficios a menores no acompañados y garantizar que la deportación expedita se utilice en la mayor medida posible.
Con el 20 de enero de 2025 como fecha clave, el nuevo gobierno de Trump se enfrenta a un panorama complejo en el que la financiación y la infraestructura serán determinantes para el éxito de su ambicioso plan de deportaciones masivas.