A pesar de que el campeonato está en su recta final, con McLaren en ascenso y Red Bull mostrando signos de debilidad, la atención en la Fórmula 1 está centrada en Aston Martin. El fichaje de Adrian Newey, el ingeniero más laureado de la categoría, ha sacudido el paddock tras la finalización de su contrato con Red Bull y su deseo de alejarse de las tensiones internas del equipo. Newey ha decidido unirse a Aston Martin, desestimando los rumores que lo vinculaban con Ferrari y futuros proyectos junto a Lewis Hamilton. Cuando muchos lo imaginaban vestido de rojo, sorprendió al optar por un nuevo desafío con Aston Martin.
“Este año sentí la necesidad de un nuevo reto, y hacia finales de abril decidí que quería algo diferente. Pasé mucho tiempo con mi esposa Mandy, debatiendo sobre las opciones. Nos tomamos nuestro tiempo para decidir. He sido muy afortunado de haber logrado todo lo que aspiraba desde niño. Haber sido parte de tantos éxitos en el automovilismo fue un sueño hecho realidad, pero necesitaba algo nuevo para mantener la motivación”, confesó Newey sobre su decisión de dejar Red Bull.
Lawrence Stroll, propietario de Aston Martin, sabía que un contrato millonario (se habla de 35 millones de euros por cinco años, más bonos y complementos) no sería suficiente para atraer a Newey. Stroll le ofreció convertirse en accionista del equipo, una propuesta innovadora que ningún otro equipo había hecho antes. Esta oferta, junto con los ambiciosos planes de Aston Martin y sus nuevas instalaciones, terminó por convencer al afamado ingeniero. Recientemente, el equipo ha inaugurado nuevos edificios, y en las próximas semanas presentarán su propio túnel de viento de última generación, junto con simuladores. “El nuevo simulador que tenemos es de última tecnología y estará operativo a finales de año, al igual que el túnel de viento. Ambas son grandes mejoras que nos permitirán realizar muchas más pruebas de la forma que queramos”, explicó Dan Fallows, director de aerodinámica de Aston Martin y exmiembro de Red Bull.
Solamente un hombre con un gran sueño puede contagiar la pasión por el mismo. Stroll sabía que la posibilidad de ser accionista sería clave en la decisión de Newey. “Fue algo que nadie más me había ofrecido”, comentó el ingeniero. Además, la capacidad de persuasión de Stroll y su visión de convertir a Aston Martin en un equipo ganador resultaron determinantes. Las nuevas instalaciones también impresionaron a Newey, quien vio en este proyecto una oportunidad para revitalizar su carrera y seguir desafiándose a sí mismo. Con un patrimonio de más de 3,900 millones de dólares, Stroll le ofreció a Newey no solo un reto profesional, sino también la oportunidad de ser parte de la propiedad del equipo.
En 2020, Lawrence Stroll, a través de su compañía Yew Tree Overseas Limited, adquirió un 16,7% de Aston Martin al invertir 182 millones de libras (207 millones de euros). Dos años después, el equipo realizó una ampliación de capital de 653 millones de libras (749 millones de euros), permitiendo la entrada del Fondo de Inversión Pública Saudí (PIF, por sus siglas en inglés). Sin embargo, a pesar de estas inversiones, Aston Martin acumulaba en 2023 pérdidas por 176,2 millones de libras (202,2 millones de euros). “Intentar ser el mejor equipo de la historia nunca será sencillo ni barato. Estamos comprometidos con ello y no vamos a detenernos”, confesó Stroll al ser cuestionado sobre la rentabilidad del proyecto.
“Estas son las noticias más emocionantes en la historia de Aston Martin y probablemente en la Fórmula 1 en general. Adrian Newey se unirá a nosotros como accionista y socio técnico. Es el mejor ingeniero del mundo, un caballero, un competidor y un ganador. Su pasión por seguir triunfando es compartida por todos en este equipo. Queremos ganar, y en los últimos seis años hemos construido una organización fantástica”, declaró Stroll emocionado durante la presentación de Newey. Mientras otros equipos le ofrecían un puesto, Aston Martin le ofreció un sueño.