05/11/2024

“En unos años recordará que se convirtió en el jugador que siempre soñó ser”: La historia detrás del histórico título mundial de Diego Elías [VIDEO]

Hace 6 meses

Diego Elías venció 3-0 al egipcio Mostafa Asal, número 3 del mundo, y se consagró campeón del Mundial de Squash en Egipto. El peruano es el primer sudamericano que consigue este título.

ENCUESTA DT: “Perdió porque la desesperación por anotar los traicionó” y “Dorregaray no está a la altura”: el análisis de la eliminación de la U en la Copa

Reapareció más liviano. Con un estado físico impecable y sus modos estilísticos de siempre. Había, eso sí, recuperado la concentración perdida. Ya en su regreso en El Gouna parecía un atleta distinto. El mismo talento pero con otro nivel de adrenalina y confianza. Contra pronóstico, sin embargo, después de dos rondas fantásticas perdió en sets corridos contra el veterano ex campeón mundial Tarek Momen.

Diego Elías
Sus grandes logros

Primer sudamericano en disputar una semifinal de los Campeonatos Mundiales de Squash

Primer sudamericano en jugar una final de Wolrd Championships

Primer sudamericano en ganar un título mundial

Primer latinoamericano en llegar a ser #1 del mundo

Sus grandes logros

La derrota en una instancia decisiva frente a un rival peligroso, pero ganable en el presupuesto, removió cimientos; a este nivel si uno parpadea se chamusca. Paradójicamente fue en ese tropiezo donde se empezó a gestar la maravilla de hoy. Levantarse era para parte de las tareas de aprendizaje.

Dos semanas después en el campeonato mundial Diego pudo con todos: con el español Pajares ( que lo había sorprendido alguna vez) con el ascendente Ibrahim, y con tres número uno del mundo en distintos tiempos Karin Abdel Gawad, Ali Farag ( actual líder del ranking) y Mostafa Asal. Diego aplastó a los egipcios en su propio feudo cediendo una sola manga en su trayecto triunfal. La clave, además del sublime nivel de su juego, estuvo en su cabeza. Antes, reconoce, en algún momento en partidos difíciles dejaba de pelear, ahora no.

Esas agallas acompañaban a su papá cuando jugaba profesionalmente. Ahora, han despertado también en su hijo. Diego tiene 27 años, la edad justa para convertirse en su mejor versión. Ha espantado a todas sus pesadillas: las ajenas y las propias. En unos años la memoria del corazón le recordará que fue en esta semana en Egipto el momento en que se convirtió, por fin, en el jugador que siempre soñó con ser.

Ver noticia en El Comercio: DT

Temas Relacionados: