La rutina diaria, sumado, una mala alimentación es, algunas veces, la causante para llegar a padecer problemas estomacales leves o graves como la gastritis. En la población general, la frecuencia de la gastritis crónica es de 40 a 80 %. Mientras, el tipo A o atrófica, autoinmune, representa 20% de la gastritis crónica; la de tipo B o no atrófica, 70 %, y el porcentaje restante corresponde a la de tipo C o química, por reflujo.
Esta inflamación del estómago causa, en las personas que lo padecen, dolor en la parte superior del vientre o del estómago, náuseas, algunos llegan a tener vómitos. Todo esto se traduce en una falta de apetencia y de ganas de comer porque ante cada comida nos preguntamos ¿cómo me voy a encontrar luego? Todo esto se traduce en una falta de apetencia y de ganas de comer, siendo un dolor de cabeza para muchos.
“La gastritis es una inflamación de la pared del estómago, por lo que es aconsejable evitar aquellos alimentos que favorezcan la inflamación o irritación del mismo. No obstante, es aconsejable la valoración médica, ya que hay pacientes que requerirán de tratamiento farmacológico más o menos intenso”, indicó Cristina Carretero Ribon, portavoz de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).
¿Cuáles son las causas de la gastritis?
Una de las causas más habituales de la gastritis es la infección por una bacteria llamada Helicobacter pylori que se trasmite de persona a persona. Según, el Ministerio de Salud (Minsa), el 80% de los casos de gastritis que se registran en el país están originados por la presencia de esta bacteria. “La bacteria puede vivir por años en el estómago de una persona y poco a poco ir provocando la inflamación de ese órgano, o sea la gastritis”, señaló el médico gastroenterólogo Mario Valdivia del Hospital Nacional Arzobispo Loayza.
En países desarrollados esta bacteria podría estar infectando al 50% de la población, aunque solo el 15% de ellos desarrollan la enfermedad, lo que hace ver que está muy influenciada por factores genéticos o ambientales (la comida, el hábito de fumar, etc.). De todos modos, no es la única causa de gastritis, sino que hay otras como:
- Tomar de manera continuada determinados medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) como la aspirina o el ibuprofeno.
- Consumir demasiado alcohol.
- Ingesta de agua cruda.
- Trastornos autoinmunes como la anemia perniciosa.
- El estrés o la ansiedad elevada, ya que aumenta los ácidos gástricos y provoca lo que se denomina gastritis nerviosa.
- El abuso de comidas grasosas, muy pesadas o picantes.
- Las infecciones alimentarias.
- El consumo del tabaco de manera constante.
- Otras infecciones virales (citomegalovirus o herpes simple).
Teniendo esta información y si anteriormente padeciste gastritis o, actualmente lo sufres, evita al máximo estas indicaciones y así no sufrirás de una posible recaída o la continuación de esta enfermedad que puede llevar a crear hemorragias o aumentar las posibilidades de padecer cáncer gástrico.
Alimentos que puedes comer si sufres de gastritis
Para remediar o intentar disminuir su gravedad, debes regular tu plan alimenticio. La gastritis es una inflamación estomacal, es por eso, que debes comer alimentos que sean blandos y fácil de procesar para tu sistema digestivo. También, es importante tratar de consumir alimentos que no generan acidez, entre ellos puedes encontrar:
- Frutas maduras como pera, durazno, plátano. Es recomendable comer la fruta entera.
- Verduras, de preferencia cocidas para evitar que estén contaminadas o generar molestias estomacales.
- Menestras, depende de la situación individual.
- Carnes blancas, como el pollo o el pavo, huevo y embutidos: jamón dulce, pechuga de pavo y, según la tolerancia, el pescado blanco y el jamón serrano.
- Huevos con yema.
- Tubérculos, arroz y fideos.
- Infusiones suaves como hinojo, melisa, hierba luisa o romero. El líquido de consumo preferente será el agua.
La nutricionista Mariana Saco comentó que para mejorar el estado de nuestra gastritis se debe tener una alimentación fraccionada, la cual debe incluir de 3 a 5 comidas al día. Además, la organización de nuestros horarios de comidas es fundamental, así como también una alimentación saludable, libre de alimentos procesados y grasas saturada.