FOXBOROUGH, Mass. -- Tom Brady ha sufrido al menos una intercepción en cada uno de los últimos cinco juegos, para registrar apenas la segunda ocasión en su carrera de 18 años en la que le sucede algo así.
La última vez fue en 2002.
“Siempre intento mantenerlas a la baja”, dijo Brady sobre las intercepciones. “He tenido más en los últimos dos juegos de las que debería. Sólo se trata de tomar mejores decisiones.
“Poner el balón en lugares donde sólo nosotros podamos atraparlo es importante, especialmente entender las situaciones que se presenten en los juegos”, agregó el pasador de los New England Patriots.
“Hemos podido sobreponernos a algunas (intercepciones), pero, obviamente, como en Miami, no nos recuperamos de ellas y la posesión del balón va a ser extremadamente importante en este juego. Siempre intentamos no perder el ovoide. Es lo que debemos hacer cada semana y ciertamente puedo hacer un mejor trabajo del que he hecho protegiendo el balón”, recalcó Brady.
El pasador fue cuestionado sobre si se exige más a sí mismo por esas intercepciones de lo que Bill Belichick le exige como coach.
“Para un quarterback, todo es el riesgo y la recompensa. No intento tener intercepciones. A veces, uno lanza un buen pase y (la defensiva) hace una buena jugada. A veces intentas lanzar un pase y no hacen una muy buena jugada y aún así se quedan con el balón, porque tomé una mala decisión. Si la defensiva hace una gran jugada, bien por ellos”, respondió Brady.
“Ya no podemos hacer nada sobre el pasado. Simplemente tenemos que hacer un mejor trabajo en el próximo juego, el siguiente y hasta donde lleguemos”, agregó.
Con la reacción de Brady a sus recientes intercepciones se puede borrar la idea de que los Patriots sobrellevarán el duelo ante los New York Jets en la última semana de la temporada regular.