El rostro humedecido de Novak Djokovic todavía contiene las lágrimas luego de finalizado el partido contra Carlos Alcaraz. Y no es para menos, porque el serbio consiguió en París 2024 el único título que le faltaba para presumir de haberlo ganado todo en su carrera como tenista. En un partidazo que duró más de dos horas, ‘Nole’ derrotó 7-6(3) y 7-6(2) al español y ganó su primera medalla de oro en los Juegos Olímpicos a sus 37 años.
Esa explosión de júbilo y llanto tras haber conseguido el último punto que le dio la victoria es el premio para un Novak Djokovic que lució impecable en toda la competencia. Lo más cerca que estuvo de subir a lo más alto del podio fue en Beijing 2008, cuando ganó el bronce y se quedó con ese sabor agridulce de haber podido dar más. Pero el deporte da revanchas y el serbio, que no había ganado ningún título importante esta temporada, reservó toda su artillería para conseguir el trofeo más importante en el ciclo olímpico.
Para lograrlo, tuvo que doblegar a un Carlos Alcaraz que también buscaba su primer oro y seguramente liderará la próxima generación de tenistas. Pero en este deporte solo hay un vencedor y Novak Djokovic tuvo que marcar la diferencia en el Tie Break, donde su temple y experiencia le permitieron asegurar la victoria. Justamente, en ese último punto, el serbio le pegó cruzado y el español no pudo llegar a la pelota, que finalmente terminó dándole la medalla de oro.
Djokovic terminó rendido sobre el campo de arcilla todavía asimilando lo que había ocurrido. Celebró con su entrenador, con su hija, su familia y con la gente que estuvo apoyándolo desde siempre. ‘Nole’, quien además es el tenista con más títulos de Grand Slam (24), es considerado el mejor de todos los tiempos. Con 37 años, dio muestra de que el talento, el esfuerzo y la perseverancia son la base para un camino de éxito en el deporte.
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