En una extensa entrevista a Roland Garros, el tenista noruego realizó interesantes reflexiones acerca de la importancia de ganar partidos para mantenerte arriba en el ranking, así como rememoró su experiencia del año pasado en París.
Por primera vez en toda la temporada, Casper Ruud logró alcanzar unas semifinales en un torneo de Masters 1.000. Cierto es que su aventura en el ATP de Roma terminó con sabor un tanto amargo, cayendo ante Holger Rune con remontada incluida del danés, pero también vimos brotes verdes en el juego del noruego, que por segunda ocasión en todo este 2023 enlazó cuatro triunfos consecutivos.
Ahora, la mirada de Ruud está puesta en Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada y donde el actual número cuatro del mundo defenderá su puesto de actual subcampeón del torneo. En declaraciones a la web oficial del evento, el tenista nórdico sostuvo que, en su opinión, se considera mejor jugador que el año pasado pero que el nivel del circuito ATP es cada vez más alto y cuesta mucho más ganar partidos.
Además, Ruud también habló de su experiencia el año pasado en París, rememorando los momentos más importantes de aquel torneo, que culminó con una derrota ante el español Rafa Nadal, su ídolo de la infancia.
Ganar partidos, la única manera de subsistir en el tenis
“No es nada fácil. Los tenistas vivimos tratando de ganar partidos, así es cómo basamos nuestro ranking e ingresos. No te queda otra que ganar puntos y dinero. Se trata de una batalla constante por ganar los máximos partidos posibles. Cuando pierdes más de los que querrías, comienzas a pensar en si estás haciendo algo mal o en cómo los demás jugadores mejoran mientras tú permaneces atascado. No puedes quitarte esos malos pensamientos de la cabeza”.
Un deporte en el que todo cambia muy rápido
“Creo que todo puede cambiar, tanto para mejor o para peor, en muy poco tiempo. Un partido o incluso un punto, puede ser la solución para todo. Es una locura porque en tenis el margen es tan pequeño que no hay límite a la hora de hacerlo bien o mal o de cuantos partidos seguidos puedes llegar a perder”.
Medvedev, un ejemplo de ello
“En mi cabeza él es un jugador top5 y apenas hace unos meses estaba fuera de los diez mejores porque no se sentía bien. Quizá cambió algunas cosas y por eso ahora ha vuelto a donde verdaderamente pertenece, habiendo conseguido una racha increíble en estos últimos dos meses”.
Roland Garros en la cabeza
“Creo que las victorias que he logrado en Roma pueden ser el principio de un éxito venidero. Tengo semanas muy importantes ahora y si quiero mantener mi actual ranking, necesito ganar más partidos y hacerlo bien estas próximas dos semanas”.
Mejor jugador que el año pasado
“Es divertido porque no creo que haya hecho algo diferente o peor este año en comparación con el pasado a estas mismas alturas. Honestamente, creo que soy mejor jugador que en mayo, septiembre o octubre del año pasado. Siento que estoy mejorando como jugador pero el problema es que los márgenes son muy pequeños a estos niveles”.
El nivel del circuito cada vez más alto
“No son solo 10 o 20 los tenistas que juegan bien, ahora hay 80 o 100 chicos que realmente pueden desafiarse y ganarse unos a otros. Lo vimos el otro día en el partido de Alcaraz con Fabian Marozsan, alguien del que oirás su nombre muchas veces en el futuro. O también el caso de Jan-Lennard Struff, llegando a la final de Madrid como Lucky Loser”.
Gratos recuerdos de Roland Garros 2022
“Fue un gran momento en mi carrera y vida personal. El ambiente con Tsonga fue increíble. Era uno de los jugadores a los que había visto jugar cuando era pequeño. En tercera ronda remonté dos sets a uno contra Sonego. Los cuartos de final y las semifinales también fueron muy especiales. Recuerdo acabar con un ace contra Cilic (semifinal) y mirar felizmente a mi equipo, que también estaba muy feliz porque sabían lo que significaba aquello: jugar mi primera final de Grand Slam”.
La final contra su ídolo
“Obviamente, los números no mienten. Iba a jugar una final de Grand Slam contra alguien que había ganado las 13 que había jugado antes en ese mismo torneo. Tenía fe en mí mismo porque sabía que él (Nadal) había tenido problemas serios en su pie y no sabía si se sentiría peor ese día. Quizá no sea del todo ético pensar eso, pero en mi interior esperaba que esos dolores le molestaran algo más de lo que finalmente sucedió. Tenía esperanzas, pero estas se difuminaron muy rápidamente. Sin embargo, disfruté la experiencia”.
No solo un especialista en tierra
“La final del US Open y de las Nitto ATP Finals me dieron la confianza para darme cuenta de que también podía lograr grandes resultados en superficies en las que normalmente no me siento tan cómodo. Hacer tres finales de grandes torneos no es algo que esperas repetir cada año, pero fue realmente divertido lo que hice el año pasado. Me hizo creer más en mí mismo y de que algún día pueda levantar alguno de esos trofeos”.