Novak Djokovic dijo este domingo en Madrid que el viernes se quedó con "el corazón roto" por la condena a dos años y medio de prisión contra el extenista alemán Boris Becker, que fue su entrenador entre 2013 y 2016.
Becker, exnúmero uno mundial y seis veces ganador de torneos del Grand Slam entre 1985 y 1996, fue condenado por la justicia británica por infracciones financieras relacionadas con su bancarrota personal.
"Quedé con el corazón roto. Es un amigo desde hace mucho tiempo, ha sido mi entrenador durante tres años y es alguien que considero cercano y que ha contribuido mucho al éxito de mi carrera (...) Como amigo, me quedé muy triste por él", declaró Djokovic.
"Espero simplemente que pase este momento (...) y que cuando salga de prisión pueda vivir su vida. No sé si se puede decir normal, porque es evidente que la vida cambia para alguien que va a la cárcel, sobre todo tanto tiempo. Así que no sé cómo van a cambiar las cosas para él. Rezo por él y espero que vaya bien en lo que se refiere a su salud mental porque eso va a ser la parte más difícil", añadió.