A pocos días de disputarse una de las competencias más esperadas en los Juegos Olímpicos de París 2024, todas las miradas se centran en Eliud Kipchoge (Kenia) y Kenenisa Bekele (Etiopía), dos leyendas del atletismo que, coincidentemente, se conocieron en París 2003, durante el Campeonato Mundial de 5000 m, y que llegan al epílogo de sus carreras con ansías de gloria.
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Kipchoge buscará hacer historia en París pugnando por su tercera medalla olímpica en maratón, mientras que Bekele aspira a cerrar su gran trayectoria venciendo a uno de sus grandes rivales. Tanto Kipchoge como Bekele (con 2:01:09 y 2:01:41) ostentan dos de los mejores tiempos de la historia, solo por debajo del fenecido Kelvin Kiptum (quien dejó el World Record actual en 2:00:35).
Estos dos grandes atletas pugnarán cada kilómetro con otros maratonistas de gran nivel, como el etíope Tamirat Tola, ganador de la Maratón de Nueva York 2023 y quien ostenta una marca personal de 2:03:39 (Ámsterdam 2021), mientras que del lado latinoamericano uno de los favoritos es nuestro compatriota Cristhian Pacheco (bicampeón Panamericano), quien ostenta una marca de 2:07:38 (Sevilla 2023), uno de los mejores tiempos de este lado del continente.
El gran aliado de los atletas
Un factor clave que ha ayudado a que atletas como Kiptum (fallecido a inicios de año) o Kipchoge se hayan acercado a bajar la barrera de las dos horas en maratón (este último lo consiguió en una maratón no oficial, con 1:59:40) es el referido a la tecnología, y en especial a la incorporación de la placa de carbono en las zapatillas, una innovación que presentó Nike en el 2017.
No es casualidad que desde la incorporación del carbono en el running se hayan roto más récords que nunca en apenas siete años, siendo el fenecido Kelvin Kiptum el dueño del actual World Record en maratón (2:00:35) calzando unas Nike Alphafly 3 (disponibles en Perú), consideradas las zapatillas más rápidas de la historia, las mismas que calzará Eliud Kipchoge para correr en París.
Según los estudios, la placa de carbono brinda un mayor impulso en cada zancada, siempre y cuando el corredor sea capaz de mantener un buen ritmo de carrera y cuente con una buena técnica de pisada (que pueda aterrizar con la parte delantera del pie) para así poder obtener una mayor eficiencia gracias a una combinación de amortiguación y reactividad.
Una ruta que hará historia
Si bien los atletas procedentes de África cuentan con los mejores pergaminos para alzarse con el podio en los Juegos Olímpicos, en la maratón nunca se puede dar nada por descontado, ya que muchas cosas pueden pasar en los 42 kilómetros y 195 metros que separarán el Hotel de Ville de la explanada de los Inválidos.
Se trata de una ruta que rinde homenaje a la Marcha de las Mujeres, realizada durante la Revolución Francesa, quienes partieron del centro de París hasta el Palacio de Versalles, un periplo de 21 km de ida y vuelta que emularán, este sábado, los 90 maratonistas de 43 nacionalidades inscritos en la competencia.
Los atletas con mejores tiempos, acostumbrados a rutas planas, no la tendrán fácil en París, ya que se encontrarán con pendientes pronunciadas (con un desnivel acumulado de 874 metros), un factor con el que no ha podido lidiar Kipchoge (le fue muy mal en Boston por este motivo) y del que podrían sacar partida corredores como Pachequito, más acostumbrado a las superficies irregulares.
Otro de los motivos que nos invitan a ser optimistas son las palabras de nuestro mejor fondista: “la ilusión de correr junto a la élite mundial siempre es grande y pienso que en esta oportunidad puedo ir más allá y luchar por una medalla”. Una gesta que no es del todo imposible si tenemos en cuenta que en estas competencias suelen haber sorpresas y los tiempos del ganador están en una media de 2 horas 8 minutos, una marca que ya superó nuestro atleta.