Stefano Peschiera ha inscrito su nombre en la historia del deporte peruano al obtener una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024. El velerista se colgó el bronce tras una sobresaliente actuación en la Marina de Marsella, que lo posicionó en el tercer lugar de la tabla general de la categoría ILCA 7, también conocida como Dinghy. Este logro no solo marcó un hito personal, sino que también rompió una sequía de 32 años sin medallas olímpicas para el Perú.
Al salir del mar, Peschiera se reunió con su familia en un emotivo abrazo, celebrando su histórico logro: “Es una medalla de todos. Este deporte es duro y largo, es agónico, no es fácil”, declaró visiblemente emocionado.
RECONOCIMIENTO NACIONAL E INTERNACIONAL
El éxito de Peschiera no pasó desapercibido. Las autoridades peruanas se unieron a la celebración, destacando el orgullo nacional que su triunfo representa. El presidente del Congreso manifestó: “Su triunfo llena de orgullo a toda nuestra nación”. Por su parte, la presidenta del Gobierno, Dina Boluarte, expresó: “Es una hazaña que enorgullece a todo nuestro país. El Perú te aplaude con el corazón lleno de admiración. Gracias por elevar nuestra bandera con tanto orgullo”.
El reconocimiento no solo se limitará a palabras. Peschiera recibirá los Laureles Deportivos del Perú, la máxima recompensa honorífica del país, en el grado Gran Oficial. Este reconocimiento será acompañado de un premio económico significativo, que le será entregado por la Jefa de Estado en una ceremonia en Palacio de Gobierno.
SUEÑO CUMPLIDO
En una entrevista con la plataforma digital del Comité Olímpico Peruano (COP), Peschiera compartió sus emociones tras alcanzar este logro: “Esta medalla significa un sueño cumplido, uno que tenía desde muy chico, desde los cinco años cuando mi abuelo me enseñó a navegar en este deporte tan bonito y complicado”.
El velerista destacó el orgullo, la felicidad y la tranquilidad que siente, además de subrayar el apoyo recibido de su equipo, las instituciones y sus auspiciadores. “Eso es lo que tenemos que tener, un país unido en donde un peruano no sea el enemigo de otro peruano, sino que nos apoyemos todos para salir adelante”, afirmó.
Finalmente, Peschiera confesó la intensidad de sus emociones: “Entré en llanto, yo no soy mucho de llorar, pero significó muchísimo para mí. Después de historias difíciles en Olimpiadas pasadas, esta vez lo hice por mí y salí a darlo absolutamente todo”.