En el tenis ecuatoriano existen apellidos que se hicieron famosos; a los que me voy a referir en este editorial han trascendido durante más de nueve décadas y nos han permitido celebrar y recordar triunfos que han dado gloria al deporte ecuatoriano. Esta historia comienza por 1930 hasta nuestros días; tanto los Gómez como los Ycaza han escrito capítulos apasionantes que hoy intento resumir.
Pedro Pablo Gómez tomó la raqueta por primera vez en el Quito Tenis Club en 1932. En 1934 regresó a Guayaquil a continuar sus estudios e ingresó al Guayaquil Tenis Club, donde formó parte de una gran generación de tenistas juveniles con Carlos Ycaza, Juan Aguirre, Carlos Julio Arosemena, entre otros; se conoce que la mayoría de las finales de los torneos las disputaban siempre Pedro Pablo Gómez con Carlos Ycaza.
En 1941, jugando ya en séniores, ganó su primer título en dobles con Wladimir Lerqué y en mixtos con Pepa Carmigniani. Su actuación en dobles fue inmejorable con Lerqué y Juan Aguirre, pero especialmente con Carlos Ycaza, con quien dominó el panorama nacional y provincial y tuvo excelentes actuaciones internacionales.
En 1942 ganó en Guayaquil la Copa Confraternidad y en 1943 fue seleccionado para jugar en Quito el mismo trofeo. Pese a los problemas que le causó la altura llegó a la final, que perdió con Guillermo Vilac por estrecho marcador.
Sus ocupaciones comerciales no le permitieron entrenar siempre con la dedicación necesaria, pero entre 1945 y 1951 dominó el panorama en dobles con Carlos Ycaza, ganando la Copa Nelson Úraga.
El 6 de septiembre de 1952 se realizó el Campeonato Nacional Selectivo, en el que se iba a escoger a los representantes del país en el Sudamericano por jugarse en Guayaquil.
Como anécdota muy singular, el día de la inauguración después de que Nelson Úraga Suárez tomó el juramento de rigor, de un momento a otro, desde una avioneta, el aficionado Jorge Salcedo arrojó además de unos banderines con los colores celeste y blanco, varios tarros de bolas de tenis que cayeron justo en el court principal.
El Campeonato Sudamericano de Tenis se inició el 8 de octubre. El 20 empezaron los juegos de dobles y Ecuador inscribió dos equipos, el de Wladimir Lerqué y Carlos Hamburger, que vencieron a José Cossio y H. Faccini, de Colombia.
El 23, Pedro Pablo Gómez y Carlos Ycaza derrotaron a la fuerte pareja peruana conformada por el reconocido Álex Olmedo y Jorge Morales, por 6/3 0/6 6/2 y 6/3, mientras que los chilenos Luis Ayala y Carlos Sanhueza derrotaron a la otra pareja ecuatoriana.
El 24 de octubre de 1952 se jugó la final entre Carlos Sanhueza y Luis Ayala, que era en ese tiempo campeón mundial, y los ecuatorianos Gómez e Ycaza, ganando los chilenos. Los nacionales fueron subcampeones sudamericanos.
En cuanto a Carlos Ycaza Coronel, nació en la ciudad de Guayaquil el 16 de septiembre de 1920. Fue hijo de Carlos Ycaza Noboa y de Fiora Coronel. Cuando tenía 12 años se hizo socio del Guayaquil Tenis Club; sus primeros partidos fueron en las canchas de cemento del antiguo Tenis Club, ubicado en el barrio del Astillero. Con Carlos Ycaza se dio por primera vez en la historia tenística nacional el caso de un juvenil que ganara un torneo de séniores. En 1937 fue campeón provincial; en esa época se jugaban dos torneos, el González Rubio y el otro era el del Municipio de Guayaquil, en el cual Ycaza participó y ganó la final a Enrique Justo González Rumbea, obteniendo el escudo municipal el 25 de octubre de 1937. En 1938 fue campeón de dobles con Pancho Segura, en Quito. En 1939 jugó el Sudamericano de Uruguay, en Carrasco; viajaron para esa competencia como raqueta número uno Segura y como número dos Ycaza y como pareja fueron subcampeones de dobles.
Ycaza Coronel se casó con la guayaquileña Anita Paulson, con quien procreó cuatro hijos: Carlos Alfredo, Ana María, Ricardo y Alberto. Con su esposa participó en dobles mixtos en torneos del club y provinciales, donde quedaron varias veces campeones.
De 1930 a 1950, Carlos Ycaza no perdió un solo año el título de campeón provincial y del Guayaquil Tenis Club; en 1952, en dobles con Pedro Pablo Gómez quedaron segundos en el Sudamericano en Guayaquil.
Carlos Ycaza fue designado capitán del equipo ecuatoriano de Copa Davis que jugó por primera vez este certamen en 1961 contra Colombia y se convocó a Zuleta, Olvera, Ratti y Hamburger; a Segura no lo pudo designar porque la Davis, en esa época, no aceptaba profesionales. Fue capitán en 1962 cuando el equipo ecuatoriano triunfó en la Copa Mitre.
Sobre el Gordo Ycaza existe una crónica escrita por el Dr. Rodolfo Pérez Pimentel, que dice así: “Siempre fue gordo tirando a patucho, escandaloso y juguetón como nadie en el Tenis Club. Su fama de buen tenista le había durado más de 20 años, a tal punto que hacía coteja con Pancho Segura. Cuando lo conocí y lo traté en los 50, aún jugaba en primera categoría, pero más le daba a la cervecita. Entre sus manías inofensivas estaba el pasearse por los camerinos del tenis cubierto de una pequeña toalla, conversando, chacoteando y gritándose con los demás socios jóvenes o adultos. Era lo que se dice un contador de cachos nato y como buen demócrata, hacía que los meseros se acercaran a escucharlo, de suerte que se armaban unos grupos enormes y las carcajadas se oían hasta en los corredores”.
Esta pareja compuesta por Pedro Pablo Gómez, un hombre alto, buen mozo, sereno en el trato, como tenista pudo llegar más lejos, pero dio prioridad a sus ocupaciones laborales; con Carlos Ycaza Coronel, hombre de mediana estatura, robusto, extrovertido, de gran movilidad en la cancha considerando su corpulencia, llegaron a conformar una dupla que se vistió de gala y elegancia en esas lejanas épocas románticas guayaquileñas.
Es importante recalcar que Pedro Pablo Gómez y doña Vicha Santos de Gómez son los padres de la leyenda Andrés Gómez Santos, tenista guayaquileño que por su reconocida y brillante carrera está considerado entre los mejores deportistas ecuatorianos de todos los tiempos. Su hijo Emilio Gómez Estrada junto con Roberto Quiroz Gómez, sobrino de Andrés Gómez, han tenido grandes actuaciones. Hace pocos días consiguieron un triunfo ante Japón que permitió regresar al Grupo Mundial de la Copa Davis; y, por supuesto, hay que incluir a Giovanni Lapentti Gómez, tenista que llegó a estar entre los 110 del ranking ATP en el 2005 y Nicolás Lapentti Gómez, figura del tenis mundial, que entre los años 1995 y 1999 se ubicó en el top ten del ranking ATP, además de haber sido baluarte de nuestro equipo de la Copa Davis.
Por el lado de Carlos Ycaza Coronel sobresale su hija Ana María Ycaza, tenista de nivel por los años 60. Fue campeona provincial y nacional y con Miguel Olvera formaba una poderosa dupla. Su otro hijo que lució en el tenis es Ricardo Ycaza Paulson, quien fue campeón juvenil del US Open en 1976 y ganó varios torneos en su época profesional; se considera que con Andrés Gómez conformaron uno de los mejores dobles de nuestra Copa Davis. Ricardo Ycaza también fue capitán del equipo Davis por muchos años.
Con estos antecedentes los apellidos tanto Gómez como Ycaza deben ser por siempre reconocidos y admirados porque desde sus raíces se encargaron de germinar un legado en nuestro tenis, de un valor inconmensurable. (O)
Los apellidos Gómez e Ycaza deben ser por siempre reconocidos y admirados, porque desde sus raíces se encargaron de germinar un legado en nuestro tenis de un valor inconmensurable.