Las recientes protestas en Los Ángeles, California, han desatado un fuerte intercambio de acusaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y México. Kristi Noem, la secretaria de Seguridad Nacional, acusó a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, de fomentar las manifestaciones en reacción a las redadas migratorias.
Durante una conferencia de prensa, Noem expresó: "Sheinbaum ha incentivado más protestas en Los Ángeles, y lo condeno. No debería estar promoviendo protestas violentas como las que estamos viendo". Esta declaración ocurre en medio de una creciente tensión entre ambos países, en un momento en que la política migratoria se ha convertido en un tema clave de discusión.

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La postura de Claudia Sheinbaum
Claudia Sheinbaum, por su parte, ha manifestado su rechazo a la violencia y ha abogado por una ‘reforma migratoria integral’ que reconozca el papel de los mexicanos en Estados Unidos. En su declaración, la mandataria mexicana enfatizó que ‘no es con redadas o con violencia’ que se puede abordar el tema migratorio.
Su postura ha sido respaldada por el Gobierno de México, que ha expresado su “profunda preocupación” por los operativos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en ciudades estadounidenses, especialmente en Los Ángeles, donde se han llevado a cabo detenciones de migrantes, incluidos mexicanos.
Despliegue de la Guardia Nacional y críticas
En respuesta a las protestas, el presidente Donald Trump ordenó el despliegue de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional y 700 marines en Los Ángeles, una medida sin precedentes en las últimas seis décadas que no requirió autorización del gobernador de California, Gavin Newsom. Esta decisión ha sido objeto de críticas por parte de activistas y autoridades locales, quienes consideran que la escalada del conflicto es innecesaria y podría agravar la situación en la región.
Reacciones y consecuencias
La situación en Los Ángeles refleja la complejidad del debate migratorio en Estados Unidos y la relación entre ambos países. Las acusaciones de Noem y la defensa de Sheinbaum subrayan la necesidad de un diálogo constructivo y de soluciones que aborden las preocupaciones de ambas naciones. A medida que las protestas continúan, la presión sobre los líderes políticos para encontrar un enfoque equilibrado y humano hacia la migración se intensifica.