Cuidado, inmigrantes. Shirly Guardado se encuentra en un proceso de deportación a Honduras, programado para este viernes, tras semanas de detención en Estados Unidos. En su país de origen, la mujer no cuenta con familiares ni amigos cercanos. Su esposo, el sargento Ayssac Correa, decidió expresar su descontento y dolor, afirmando públicamente que se siente "apuñalado por la espalda" por la nación a la que dedicó años de servicio.

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Según información de Telemundo y otros medios internacionales, Shirly Guardado, esposa del sargento del Ejército Ayssac Correa, se encuentra a solo un paso de ser deportada definitivamente a Honduras, un país donde no tiene familiares ni conocidos.
La joven de 27 años, quien lleva once semanas detenida en el Centro de Procesamiento de Montgomery, Texas, EE. UU., no tuvo la oportunidad de comparecer ante un juez, ya que se le aplicó un proceso de deportación expedita.
Su expulsión está programada para este viernes, y desde su arresto, solo ha podido comunicarse con su hijo a través de videollamadas y ha visto a su esposo, Correa, a través de un cristal en la sala de visitas del centro.
La situación de la familia se llevó a cabo el pasado 13 de marzo, cuando Guardado fue arrestada en su lugar de trabajo. Correa recuerda ese día con tristeza: "Ella estaba corriendo porque se iba a trabajar. Se bañó, me dio un beso y se fue". Desde entonces, el sargento de 25 años ha descrito su experiencia como una pesadilla, lamentando que la actual administración haya 'arruinado' su tranquilidad y hogar.
¿Cómo sucedió la detención de Shirly en EE.UU. y qué consecuencias trajo?
La detención de Guardado ocurrió de manera sorpresiva, cuando agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) se presentaron disfrazados de agentes de tránsito, asegurando que ella había estado involucrada en un accidente.
Sin mostrar una orden de detención, la llevaron a un centro de detención, dejando a su hijo Kilian, de apenas diez meses, sin la posibilidad de mantener un contacto diario con su madre. Correa también agregó que todo fue una trampa para sacarla del edificio, y lamenta que su esposa, confiando en su inocencia, accedió a acompañarlos.