A partir del 31 de diciembre de 2025, la MetroCard dejará de ser vendida en Nueva York, marcando el fin de una era para el sistema de transporte público de la ciudad. La Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) ha decidido reemplazar esta tarjeta tradicional por OMNY, un sistema de pago sin contacto que promete ser más seguro y eficiente. OMNY permitirá a los usuarios pagar directamente con sus tarjetas de crédito o débito, teléfonos móviles o dispositivos portátiles, facilitando el acceso al metro y a los autobuses.
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Este es el nuevo sistema que tomará el lugar al MetroCard
La MetroCard, que fue introducida en 1993 para reemplazar las fichas del tren, ha sido una parte esencial del transporte neoyorquino durante más de tres décadas. Esta tarjeta recargable permitió a los usuarios evitar el uso de efectivo, facilitando las transferencias entre el metro y los autobuses. Sin embargo, el sistema estaba comenzando a quedar obsoleto y el MTA ha optado por modernizar la infraestructura con OMNY, que ya está disponible en varias estaciones.
A pesar de la transición, las MetroCards actuales seguirán funcionando hasta al menos junio de 2026, lo que brinda tiempo suficiente para que los usuarios se adapten al nuevo sistema. OMNY, que ya está implementado en algunas áreas, será la forma principal de pago para el transporte público en los próximos años. Este sistema busca simplificar el proceso de pago y reducir el uso de tarjetas físicas, permitiendo una mayor eficiencia en la ciudad.
El cambio hacia OMNY es un paso hacia la modernización y digitalización del sistema de transporte de Nueva York. Con la posibilidad de usar dispositivos como teléfonos inteligentes, el pago será más rápido y accesible para millones de personas que dependen del transporte público. Además, OMNY está diseñado para mejorar la seguridad al eliminar el manejo de dinero en efectivo y reducir el riesgo de fraude.
A lo largo de su historia, la MetroCard ha sido fundamental para el funcionamiento del transporte en la ciudad, pero la creciente dependencia de tecnologías más avanzadas ha hecho que su reemplazo sea inevitable. Aunque este cambio marcará el fin de un periodo histórico, se espera que OMNY sea una solución más adecuada para las necesidades actuales de los usuarios.
La transición a OMNY representa un avance significativo para el sistema de transporte de Nueva York, pero también desafiará a los residentes y visitantes a adaptarse a un nuevo modelo de pago. Sin embargo, la MTA ha asegurado que el proceso será gradual, permitiendo a los pasajeros acostumbrarse a la nueva tecnología antes de que la MetroCard sea completamente retirada.