En los últimos años, las deportaciones en Estados Unidos se han intensificado, y ciertos grupos de inmigrantes se encuentran en una situación particularmente vulnerable. De acuerdo con expertos, los inmigrantes más expuestos a ser expulsados del país son aquellos que se encuentran en situaciones legales complejas.

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Entre estas situaciones se encuentran aquellos que han cruzado la frontera de manera irregular, aquellos con antecedentes penales y aquellos que han quedado atrapados en trámites burocráticos interminables. Asimismo, los inmigrantes sin papeles o con visados vencidos son los que más corren el riesgo de enfrentar la deportación.
Grupos más vulnerables en riesgos de deportación
Uno de los colectivos más afectados son los inmigrantes que ingresaron a EE.UU. sin una visa o que permanecen en el país después de que su visa expirara. Este grupo es considerado de alto riesgo, ya que no tienen una documentación que justifique su estadía.
Aunque algunos de estos inmigrantes tienen familias en el país y han vivido en EE.UU. durante años, el gobierno federal no ofrece amnistía y, por lo tanto, su situación legal irregular aumenta las posibilidades de ser detenidos y deportados.
Otro grupo vulnerable son los inmigrantes con antecedentes penales. A pesar de que muchos de estos individuos han cumplido con sus sentencias, las autoridades de inmigración pueden actuar para deportarlos debido a su historial.
Esto ha causado controversia, especialmente cuando se trata de personas que han cometido delitos menores o cuya condena ya fue saldada. A pesar de ello, el gobierno federal mantiene una política firme en cuanto a la deportación de aquellos con antecedentes penales, lo que pone a muchas personas en una situación de constante incertidumbre.
Los inmigrantes que buscan regularizar su estatus también se enfrentan a grandes desafíos. Los trámites para obtener la residencia legal o ciudadanía a menudo son largos y complicados, dejando a muchas personas en un limbo. En este periodo, pueden ser fácilmente arrestados y deportados si no logran obtener su documentación antes de que su visa caduque o si cometen algún error en el proceso.
Además, los inmigrantes que viven en refugios o que tienen conexiones con organizaciones comunitarias también están en riesgo, especialmente aquellos que no tienen acceso a recursos legales suficientes para defenderse. Las familias indocumentadas son otro grupo susceptible, ya que pueden ser separadas durante el proceso de deportación, lo que aumenta el trauma familiar y social.
La situación es aún más difícil para los inmigrantes que, por diversas razones, no pueden obtener representación legal adecuada o que se encuentran en áreas donde los recursos legales son limitados. Sin un abogado, muchas veces los inmigrantes no tienen la capacidad de presentar su caso de manera efectiva, lo que aumenta significativamente el riesgo de ser deportados. Los expertos coinciden en que se necesita una reforma integral de la ley de inmigración para proteger a los inmigrantes más vulnerables y proporcionar un proceso más justo.