Deportada pese a su Green Card: madre de cinco enviada a un país asiático donde nunca vivió

Ma Yang, una mujer de 37 años nacida en Tailandia y residente permanente legal en Estados Unidos, fue deportada recientemente a Laos, un país en el que nunca había estado. Actualmente, se encuentra retenida en una casa de huéspedes bajo vigilancia militar, sin documentos, sin acceso a medicamentos esenciales y sin conocer el idioma local.

La situación de Yang se originó tras declararse culpable de cargos relacionados con marihuana, lo que la llevó a cumplir una condena de más de dos años. Su abogado le aseguró erróneamente que esta declaración no afectaría su estatus migratorio, lo que resultó en la revocación de su residencia permanente y la dejó vulnerable a la deportación.

Después de su liberación, Yang fue trasladada a un centro del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en Minnesota. Allí, un nuevo abogado le aconsejó firmar un documento que implicaba aceptar una orden de deportación, bajo la creencia de que Laos no la aceptaría debido a precedentes históricos.

Desde su llegada a Laos, Yang ha enfrentado múltiples dificultades. El ejército laosiano retuvo sus documentos, dejándola sin identificación oficial. Además, la falta de acceso a medicamentos esenciales para tratar su diabetes y presión arterial alta pone en riesgo su salud. La barrera del idioma y la ausencia de redes de apoyo agravan aún más su situación.

Yang expresó su desesperación al declarar: "Estados Unidos me envió de vuelta a morir. Ni siquiera sé adónde ir. Ni siquiera sé qué hacer". Su caso destaca las complejidades y posibles injusticias dentro del sistema migratorio estadounidense, especialmente cuando errores legales afectan directamente la vida de las personas.

Actualmente, Yang espera que su situación se resuelva y que pueda reunirse con sus cinco hijos en Estados Unidos. Su caso ha generado preocupación y debate sobre la necesidad de reformas en las políticas migratorias y en la representación legal de los inmigrantes.