Un proyecto de ley en Nebraska, que contaba con respaldo bipartidista y tenía como objetivo brindar apoyo a los inmigrantes conocidos como "Dreamers", quedó en el limbo tras una fuerte presión de la administración Trump. La amenaza de perder cientos de millones de dólares en financiamiento federal llevó a sus impulsores a dar marcha atrás, dejando a miles de inmigrantes sin la posibilidad de acceder a beneficios clave.

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El proyecto de ley para los 'Dreamers' en Nebraska que Trump canceló
Según Star Herald, la iniciativa, conocida como el Proyecto de Ley Legislativo 299, proponía que Nebraska se sumara a la mayoría de los estados del país en permitir que los Dreamers, sobre todo aquellos inmigrantes con permiso legal de trabajo, pero sin residencia permanente, pudieran acceder a los beneficios del seguro de desempleo, un derecho por el que sus empleadores ya contribuyen.
El proyecto había superado etapas importantes, como la aprobación del Comité de Negocios y Trabajo de la Legislatura el pasado 6 de marzo, lo que abría la puerta a un debate en el pleno. Sin embargo, su futuro se desmoronó con la entrada en vigor de la orden ejecutiva del presidente Donald Trump, titulada "Poner fin a los subsidios de los contribuyentes a las fronteras abiertas", emitida el 19 de febrero.
Ante esta nueva barrera, la senadora estatal Teresa Ibach, de Sumner, retiró su respaldo al proyecto el jueves. Su copatrocinadora, la senadora Margo Juárez, de Omaha, admitió que no veía otra opción más que abandonar la iniciativa por el momento.
¿Qué dijeron los defensores de inmigrantes ante la suspensión de este proyecto en Nebraska?
La cancelación del proyecto de ley provocó indignación entre los defensores de los inmigrantes, quienes calificaron la decisión como un duro golpe contra la comunidad "Dreamer". La iniciativa había logrado reunir apoyo de diversos sectores, incluyendo grupos empresariales y organizaciones cívicas.
Kathleen Grant, líder de la coalición religiosa Omaha Together One Community, expresó su frustración en una entrevista con el Nebraska Examiner, señalando que la intervención del gobierno federal era una falta de respeto a la voluntad de los habitantes de Nebraska. "Es un insulto flagrante a nuestro estado y no debería tolerarse", enfatizó.
Por otro lado, la administración estatal celebró la suspensión del proyecto. La portavoz del gobernador Jim Pillen, Laura Strimple, confirmó que el mandatario estaba satisfecho con la decisión y reafirmó su postura contra la entrega de beneficios financiados por los contribuyentes a inmigrantes sin residencia permanente.
La decisión deja en el aire el futuro de miles de jóvenes inmigrantes en Nebraska, quienes seguirán enfrentando barreras legales para acceder a derechos básicos, a pesar de su estatus de trabajadores legales en el país.