Recientemente, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) arrestó a Mario Antonio Mejía-Calderón, un inmigrante hondureño de 34 años, en Jacksonville, Florida. La detención se produjo tras la revelación de que su Green Card era falsa y que había reingresado de manera ilegal a Estados Unidos después de haber sido deportado en 2013.
Las autoridades señalaron que Mejía-Calderón fue expulsado del país americano hace más de diez años, periodo durante el cual utilizó documentos fraudulentos. Actualmente, enfrenta dos cargos federales serios y, en caso de ser hallado culpable, podría recibir una condena de hasta 12 años de prisión federal.
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Inmigrante de este país es detenido tras mostrar una Green Card falsa
El 24 de enero de 2024, en Jacksonville, Florida, se llevó a cabo un arresto por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
Tras una exhaustiva investigación, se logró identificar a un individuo apodado Mejía-Calderón, quien se encontraba en el país de forma irregular. Durante el interrogatorio, el detenido presentó una Green Card falsa, lo que motivó a los agentes a indagar más a fondo en su historial migratorio.
Este operativo resultó en la formulación de cargos por fraude migratorio y reingreso ilegal tras una deportación previa, ya que Mejía-Calderón había sido expulsado del país en 2013. La Fiscalía del Distrito Medio de Florida confirmó que el acusado había utilizado documentos fraudulentos tanto en su primera detención como en su arresto actual, lo que resalta la gravedad de la situación y las implicaciones legales que enfrenta.
¿Cuántos años de cárcel enfrentará?
La Fiscalía Federal ha presentado dos cargos contra Mejía-Calderón tras su arresto, lo que podría acarrear graves consecuencias legales. El primer cargo se refiere a la posesión de una Green Card fraudulenta, un delito grave en Estados Unidos. El segundo cargo implica el reingreso ilegal después de una deportación previa, considerado un delito federal que conlleva penas más severas.
Si se le declara culpable de ambos delitos, Mejía-Calderón podría enfrentar una condena máxima de hasta 12 años en una prisión federal. La sentencia final dependerá de varios factores, como la existencia de antecedentes penales, la cooperación con las autoridades y la decisión del juez y la fiscalía durante el proceso judicial.