Panamá ha decidido otorgar refugio temporal a más de un centenar de inmigrantes deportados por Estados Unidos, permitiéndoles permanecer en el país durante al menos 30 días. La medida, anunciada por el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, contempla la posibilidad de extender este plazo hasta 90 días.
El grupo de migrantes, en su mayoría originarios de Asia y Medio Oriente, había rechazado la asistencia de repatriación ofrecida por organismos internacionales como la ONU y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Su llegada a Panamá responde a la política de deportaciones masivas impulsada por la administración Trump, que ha exigido la colaboración de los países latinoamericanos en estos procesos. En esta nota te comentamos más de esta medida.

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La ayuda de Panamá a los inmigrantes deportados
Según reportes de CNN, entre los migrantes deportados hay solicitantes de asilo que aseguran haber huido de la violencia o persecución en sus países de origen. El grupo de 112 personas está conformado por ciudadanos de Afganistán, China, Irán y Rusia, entre otras nacionalidades.
Inicialmente, los migrantes fueron alojados en un hotel en la Ciudad de Panamá. Sin embargo, varios de ellos fueron trasladados a un campamento en la selva del Darién, donde las condiciones son difíciles y el acceso a medicinas e internet es limitado.
Cabe mencionar que, según declaraciones de Frank Ábrego para Telemetro Reporta, de los 299 inmigrantes que llegaron a Panamá, 177 retornaron de manera voluntaria. Diez de ellos están pendientes en regresar. Los otros 112 no planean regresar por el miedo a lo que serán expuestos en sus países de origen.
Ante esta situación, el abogado Ali Herischi, representante de varios solicitantes de asilo, advirtió que algunos migrantes temen firmar documentos de liberación debido a la falta de claridad sobre su destino. Un caso emblemático es el de Artemis Ghasemzadeh, una mujer iraní que huyó de su país tras convertirse al cristianismo y teme ser perseguida si es obligada a regresar. "Estamos en peligro", expresó en mensajes enviados a CNN, agregando que esperan "un milagro".
Por su parte, los abogados que defienden a los deportados han celebrado la decisión del gobierno panameño de permitir su permanencia, aunque insisten en que no deben ser repatriados al finalizar el plazo de 90 días.
El gobierno panameño y la crítica situación de los inmigrantes
La política de deportaciones masivas de la administración Trump ha generado inquietud en Panamá y en otras naciones latinoamericanas. En este contexto, un grupo de abogados ha presentado una demanda ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, argumentando que los deportados han sido sometidos a detención arbitraria e incomunicada.
El presidente panameño, José Raúl Mulino, ha rechazado las acusaciones de maltrato y ha defendido las acciones de su gobierno. "Es falso y niego que estemos maltratándolos. Panamá es un país que respeta los derechos humanos", declaró. No obstante, el futuro de estos migrantes sigue siendo incierto.
Entre ellos hay personas que temen ser perseguidas en sus países de origen debido a su religión, orientación sexual o identidad de género. Mientras tanto, permanecen en suelo panameño a la espera de una solución que les garantice seguridad y estabilidad.