Esta semana, el Gobierno de Estados Unidos anunció una nueva política que busca revocar las visas de ciertos funcionarios extranjeros y de quienes colaboren en la migración ilegal.
Esta iniciativa, presentada por el Secretario de Estado, Marco Rubio, tiene como finalidad reforzar la seguridad en las fronteras y ejercer presión sobre los gobiernos de los países de tránsito para que frenen el flujo de inmigrantes indocumentados. A continuación, todos los detalles y más actualizaciones.
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Gobierno de Trump cancela para siempre las visas de estas personas y sus familias
¡Atención, extranjeros! Diversos medios internacionales, tales como El Cronista, Milenio entre otros, revelaron la nueva política que impactará a los funcionarios gubernamentales que no cumplan con las leyes migratorias o que implementen prácticas que favorezcan el ingreso ilegal a Estados Unidos.
Según con el comunicado oficial del mismo Gobierno estadounidense, también podrían verse afectados los familiares directos de estos funcionarios.
Esta medida se suma a la política 3C, que fue ampliada en 2024 y prohíbe la entrada de individuos del sector privado que proporcionen transporte o servicios a migrantes que intentan llegar a la frontera sur del país. Ambas regulaciones tienen como objetivo disminuir la migración irregular mediante la sanción a quienes faciliten este proceso.
¿Qué pasará con la migración a EEUU tras la cancelación de las visas para estas personas?
La reciente cancelación de visas por parte del Gobierno de Estados Unidos genera un impacto significativo en la política migratoria. Esta medida se fundamenta en la Sección 212(a)(3)(C) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que otorga al Secretario de Estado la facultad de declarar inadmisibles a extranjeros cuya entrada pueda comprometer la política exterior del país americano.
Las restricciones permanecerán vigentes hasta que los funcionarios implicados implementen acciones efectivas para frenar el tránsito de migrantes indocumentados. Según el comunicado oficial, esta decisión busca reforzar la seguridad nacional y desincentivar la migración irregular, reflejando un enfoque más estricto en la gestión de fronteras y el control de la inmigración.