La administración del presidente Donald Trump ha comenzado a utilizar prisiones federales para albergar a miles de personas arrestadas en el marco de su agresiva campaña contra la inmigración ilegal en EE. UU. En un esfuerzo por fortalecer sus políticas migratorias, el gobierno ha recurrido a las cárceles federales, una estrategia que ya suscitó debate durante su primer mandato.
En un comunicado enviado a The Associated Press, Oficina de Prisiones (BOP) confirmó su colaboración con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) para facilitar el alojamiento de los detenidos, lo que ha reavivado las preocupaciones sobre las condiciones en las que se encuentran.

PUEDES VER: ¡Alerta máxima, inmigrantes en Estados Unidos! Estas son las TÁCTICAS que utiliza ICE para localizarlos
Las cárceles utilizadas para las deportaciones masivas
Aunque la administración de Donald Trump no ha revelado públicamente todos los centros de detención federales utilizados, se conocen varias instalaciones que han sido empleadas para albergar a inmigrantes detenidos en el pasado. Entre los centros más destacados se encuentran:
- Centro de Detención de Tacoma (Washington)
- Centro de Detención de Adelanto (California)
- Centro de Detención de Otay Mesa (California)
- Centro de Detención de Broward (Florida)
- Centro de Detención Berks (Pensilvania)
- Centro de Detención de Eloy (Arizona)
- Centro de Detención de LaSalle (Luisiana)
- Centros operados por GEO Group (varias ubicaciones)
Aunque algunos de estos centros son de gestión privada, todos están supervisados por ICE, que es responsable de la detención de los inmigrantes.
La situación migratoria en Estados Unidos
A pesar de las críticas y la creciente presión sobre las condiciones de detención, la administración Trump sigue intensificando su lucha contra la inmigración irregular. La colaboración entre agencias como ICE y BOP subraya el compromiso del gobierno con sus políticas migratorias, pero también pone de manifiesto las inquietudes sobre el trato que reciben los inmigrantes.
La polémica en torno a la detención de inmigrantes en prisiones federales continúa generando debate, reflejando el punto álgido de la política migratoria bajo la administración Trump.