Donald Trump asegura su regreso a la Casa Blanca tras vencer a Kamala Harris en una ajustada elección, marcada por una fuerte polarización y un intenso debate sobre la política migratoria. Su victoria se consolidó en Texas, un bastión republicano clave, gracias a su promesa de reforzar la seguridad fronteriza y endurecer las políticas contra la inmigración ilegal.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, celebró el resultado y se mostró optimista respecto a las nuevas medidas de migración y seguridad, destacando que su implementación tendrá un impacto significativo en el estado, uno de los principales puntos de entrada de inmigrantes al país.
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¿Cuál es el nuevo plan de deportación de Donald Trump para Texas?
El expresidente Donald Trump presentó un plan agresivo de deportaciones masivas en Texas, que incluye el refuerzo de la seguridad en la frontera con México. Con el respaldo del gobernador Greg Abbott, esta medida integrará el despliegue de la Guardia Nacional, un componente clave de la 'Operación Lone Star', cuyo objetivo es frenar la inmigración ilegal y aumentar la vigilancia en el estado.
Abbott argumenta que esta estrategia es esencial para proteger a los ciudadanos y evitar el ingreso de inmigrantes ilegales. Sin embargo, la iniciativa recibió fuertes críticas por parte de organizaciones defensoras de los derechos humanos, que advierten sobre sus consecuencias devastadoras tanto a nivel humanitario como económico.
Mientras los partidarios de la 'Operación Lone Star' defienden la necesidad de fortalecer la seguridad, los opositores temen que las políticas migratorias restrictivas se intensifiquen aún más.
¿Cuál será la política migratoria de EE. UU. bajo la administración de Donald Trump?
La política migratoria del gobierno de Donald Trump promete ser una de las más estrictas en la historia reciente de EE. UU. Con el respaldo del gobernador de Texas, Greg Abbott, el presidente busca implementar un proceso de deportación masiva dirigido a inmigrantes indocumentados con antecedentes criminales.
Abbott sostiene que este enfoque responde a la creciente preocupación por la seguridad en Texas y advierte que, eventualmente, se extenderá a otros grupos de inmigrantes en situación irregular.
Trump también ha propuesto recurrir a la histórica Ley de Extranjería y Sedición de 1798, una legislación rara vez utilizada que permite deportar a personas consideradas una amenaza para la seguridad nacional, sin seguir los procedimientos convencionales. Según el Consejo de Inmigración Estadounidense, esta medida podría generar costos astronómicos, alcanzando hasta 315,000 millones de dólares si se implementa a gran escala.