En su discurso de cierre de campaña, realizado el martes, Kamala Harris prometió “poner el país por encima del partido y por encima de sí misma”. Este mensaje fue pronunciado en el mismo lugar en el que Donald Trump fomentó la insurrección del Capitolio, enfatizando la tajante elección a la que se enfrentan los volantes.
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El FUERTE COMENTARIO de Kamala Harris
A una semana de las elecciones, la vicepresidenta aprovechó su discurso cerca de la Casa Blanca para prometer a los estadounidenses que se esforzaría por mejorar sus vidas, mientras sostenía que su oponente republicano solo busca su propio beneficio. “Trump ha pasado una década tratando de mantener al pueblo estadounidense dividido y temeroso entre sí: así es él”, afirmó Harris. “Pero Estados Unidos, estoy aquí esta noche para decir: eso no es lo que somos”.
El discurso de la vicepresidenta había estado en preparación durante semanas. Sin embargo, sus asistentes esperaban que su mensaje tuviera más resonancia tras el mitin de Trump en el Madison Square Garden de Nueva York, donde los oradores hicieron comentarios crueles y racistas. Harris señaló que el evento “subrayó el punto que he estado enfatizando durante toda esta campaña”. “Está enfocado en sus agravios, en sí mismo y en dividir a nuestro país”, afirmó.
Harris trató de presentar un plan pragmático y visionario para el país, recordando a los votantes sus propuestas económicas y comprometiéndose a trabajar por el acceso a la atención reproductiva, incluido el aborto. “A diferencia de Donald Trump, yo no creo que quienes no están de acuerdo conmigo sean el enemigo”, dijo Harris. “Él quiere encarcelarlos. Yo les ofreceré un lugar en mi mesa. Y me comprometo a ser una presidenta para todos los estadounidenses, siempre poniendo al país por encima del partido y de uno mismo”.
Las promesas de Harris
Con el tiempo corriendo y la carrera muy reñida, Harris y Trump han buscado momentos clave para intentar inclinar el impulso a su favor. Un aspecto central de su mensaje es posicionarse como una "nueva generación" de líderes, tanto en contraste con Trump como con su actual jefe, Biden. “No tiene que ser así”, afirmó Harris. “Debemos dejar de señalar con el dedo y comenzar a unirnos. Es hora de dejar atrás el drama, el conflicto y la confusión”.
Reconoció que “muchos de ustedes aún están conociéndome” tras su sorprendente ascenso a la candidatura demócrata después de que Biden se retirara en julio, y utilizó sus comentarios para abordar la curiosidad de los votantes. “Reconozco que esta no ha sido una campaña convencional”, dijo Harris, añadiendo que “no temo enfrentar las luchas difíciles contra actores malintencionados y poderosos intereses”. “Cada día trabajaré para crear consenso y alcanzar compromisos para que se logren las cosas”, concluyó.