"No soy un nazi", afirmó Donald Trump este lunes, a solo ocho días de las elecciones presidenciales, tras ser acusado por un excolaborador de haber elogiado a Adolf Hitler y de ser etiquetado como fascista. Los ataques personales se han vuelto comunes en esta etapa final de los comicios, que son considerados los más reñidos en la historia reciente de Estados Unidos.
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El expresidente y candidato republicano, que ha calificado a los migrantes como "asesinos" y "terroristas", y ha afirmado que "envenenan la sangre del país", negó que tenga la intención de convertirse en un líder autoritario al estilo de "Hitler".
Controversias por comentarios racistas
"La nueva estrategia de Kamala (Harris) y su campaña es que todos los que no la apoyan son nazis. Somos nazis", afirmó Trump ante una multitud entusiasta en Atlanta, al referirse a su rival demócrata. El expresidente contó que su padre le aconsejaba no usar nunca los términos nazi ni Hitler y criticó a los demócratas por emplearlos. "Él es Hitler, y luego dicen que él es un nazi. Yo no soy un nazi, soy lo opuesto a eso", dijo en Georgia, uno de los siete estados que podrían definir el resultado de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Recientemente, su exjefe de gabinete en la Casa Blanca, John Kelly, declaró al New York Times que Trump se ajusta a la definición de fascista y que había mencionado que Adolf Hitler "también hizo algunas cosas buenas". Harris respaldó las afirmaciones de Kelly, un exgeneral de los Marines, y acusó a Trump de admirar "a los dictadores" y de ser "fascista".
Desde el domingo, ha surgido una nueva controversia debido a comentarios racistas realizados por algunos oradores en un mitin del republicano. El humorista Tony Hinchcliffe declaró: "Hay una isla flotante de basura en medio del océano, creo que se llama Puerto Rico", y también hizo burla de los latinos al afirmar que "les encanta hacer bebés", además de parodiar a judíos y palestinos y ridiculizar a un hombre negro con el estereotipo de que a los afroamericanos les gusta mucho la sandía.
El equipo de campaña del republicano se desvinculó de los comentarios del cómico, lo que llevó a artistas como Bad Bunny, Ricky Martin, Marc Anthony y Jennifer Lopez a respaldar a Harris. "Esta broma no refleja la opinión del presidente", comentó una de las portavoces de Trump.
"Soy latino también y voy a votar por Trump"
César Viera, de 18 años, asistió al mitin de Trump en Atlanta con una bandera de Estados Unidos sobre sus hombros. No encontró ofensivos los comentarios realizados en el Madison Square Garden. "Soy latino también y voy a votar por Trump", afirmó a la AFP, convencido de que "es simplemente lo mejor para la economía en este momento". Más de 47 millones de estadounidenses ya han votado anticipadamente, incluido el presidente Joe Biden, quien lo hizo este lunes en Delaware.
Las tensiones aumentan, alimentadas por el temor a que Trump vuelva a negarse a aceptar una derrota, como hizo en 2020. La preocupación creció tras un incendio que destruyó cientos de votos anticipados en un buzón supuestamente seguro en un distrito muy competitivo en el noroeste del estado de Washington. También se investiga un posible incendio intencional en Portland, Oregón, horas antes.
Harris, empatada en las encuestas con Trump, no pierde ocasión de criticar la retórica del republicano. "Está completamente centrado y obsesionado con sus quejas y con dividir a nuestro país. Esto no fortalecerá a la familia estadounidense ni al trabajador estadounidense", aseguró la vicepresidenta este lunes.
El martes, la exfiscal de 60 años pronunciará lo que su equipo de campaña denomina un "alegato final" contra Trump en Washington, en el mismo lugar donde el expresidente incitó a sus seguidores antes del asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021. Ambos candidatos se enfocarán esta semana en siete estados clave: Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Georgia, Carolina del Norte, Arizona y Nevada. El lunes, la vicepresidenta estuvo en una fábrica de semiconductores en Michigan, buscando atraer el voto de los trabajadores y prometiendo recuperación en el "cinturón de óxido" de Estados Unidos.