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En visita a España, el receptor abierto de los Dolphins también reveló quien ha sido su mejor oponente
Tyreek Hill, receptor estrella de los Miami Dolphins de la National Football League, consideró que el Super Bowl perdido con los Kansas City Chiefs contra los Tampa Bay Buccaneers, y su salida de la franquicia de Kansas City, han sido los peores momentos de su carrera hasta ahora.
"El peor momento de mi carrera fue perder el Super Bowl contra los Tampa Bay Buccaneers. También cuando fui traspasado desde los Kansas City Chiefs a los Miami Dolphins, aunque ahora estoy muy feliz", señaló en la localidad madrileña de Las Rozas durante el lanzamiento de un Campus de Tecnificación para Jóvenes.
"Ese Super Bowl fue, probablemente, el partido más difícil de jugar para mí. Era el año del COVID, toda la preparación fue muy difícil, no había aficionados en las gradas. Fue un Super Bowl muy diferente a la del año anterior", manifestó asimismo a preguntas de algunos de los jóvenes participantes en el evento.
Fueron aproximadamente unos cincuenta los que se dieron cita en las instalaciones de El Cantizal. Allí pudieron interactuar con Hill, quien aterrizó de la mano de los Madrid Bravos, y compartió ejercicios con ellos y les dio algunos consejos para su desarrollo en esta disciplina.
El receptor de los Miami Dolphins, campeón del Super Bowl LIV y uno de los referentes de su franquicia, señaló también que el jugador defensivo más difícil al que se ha enfrentado es su compañero Jalen Ramsey y confesó que su mejor touchdown fue uno logrado en su temporada de novato frente a Las Vegas Raiders.
También explicó las sensaciones que tuvo en su primer partido en la NFL: "Estaba nervioso, pero mi padre siempre me ha dicho que los nervios son buenos porque eso significa que estás asustado y no dejas que nadie te plaque. Yo era de los más pequeños en el campo y tenía miedo de que la gente más grande me placase".
Al ser cuestionado sobre si se considera el mejor de la liga, comentó: "Por supuesto que sí. Lo digo con toda la humildad que puedo, pero cuando juegas con los mejores del mundo la confianza es importantísima, y si no lo tienes en la cabeza no vas a poder demostrarlo en el campo".
Por otro lado, confesó el porqué de elegir el dorsal número 10 en sus equipos: "Lo llevo por mi abuela, era el que llevaba cuando jugaba al baloncesto en los años cincuenta. Ella es una de mis grandes inspiraciones, cuando aprendía a jugar al fútbol americano ya me lanzaba el balón. Además, me ayudó a ser la persona que soy ahora".