24/11/2024

50 poemas para conmemorar el Día de la Mujer 2024: imágenes y mensajes origínales

Hace 9 meses

50 poemas para conmemorar el Día de la Mujer 2024: imágenes y mensajes origínales

El Día Internacional de la Mujer es el 8 de marzo, una fecha importante para conmemorar al género femenino. Si quieres compartir un lindo mensaje a esa mujer especial, te dejo los mejores 50 poemas.

El Día Internacional de la Mujer es el 8 de marzo, una fecha importante para conmemorar al género femenino. Si quieres compartir un lindo mensaje a esa mujer especial, te dejo los mejores 50 poemas.

Este 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, fecha importante donde se conmemorar y reivindicar los derechos de las mujeres en la búsqueda de igualdad de genero. Por ello, esta fecha es un buen momento para compartir frases reivindicativas y felicitar a las mujeres que conocemos por su logros y por los derechos que se van adquiriendo a lo largo de los años. Por eso, si necesitas inspiración o ideas para conmemorar esta fecha especial, aquí compartimos poemas con espíritu de empoderamiento y sobre todo de reconocimiento a las mujeres.

Poemas para celebrar el Día de la Mujer

En perseguirme mundo, ¿qué interesas? - Sor Juana Inés de la Cruz (1648 - 1695)

En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas?

¿En qué te ofendo, cuando sólo intentoponer

bellezas en mi entendimiento

y no mi entendimiento en las bellezas?

Yo no estimo tesoros ni riquezas;y así,

siempre me causa más contentoponer

riquezas en mi pensamiento que

no mi pensamiento en las riquezas.

Y no estimo hermosura que, vencida,

es despojo civil de las edades,

ni riqueza me agrada fementida,

teniendo por mejor, en mis verdades,

consumir vanidades de la vida

que consumir la vida en vanidades.

Balada en honor de las musas de carne y hueso - Rubén Darío (1867-1916)

Nada mejor para cantar la vida,

y aun para dar sonrisas a la muerte,

que la áurea copa donde Venus vierte

la esencia azul de su viña encendida.

Por respirar los perfumes de Armida

y por sorber el vino de su beso,

vino de ardor, de beso, de embeleso,

fuérase al cielo en la bestia de Orlando,

¡Voz de oro y miel para decir cantando:

la mejor musa es la de carne y hueso! [...]

Agua y mujer - Juan Ramón Jiménez (1881-1958)

¿Qué me copiaste en ti,

que cuando falta en mí

la imagen de la cima,

corro a mirarme en ti?.

La armadura - Alfonsina Storni (1892-1938)

Mujer: tú la virtuosa, y tú la cínica,

Y tú la indiferente o la perversa;

Mirémonos sin miedo y a los ojos:

Nos conocemos bien. Vamos a cuentas.

Bajo armadura andamos: si nos sobra

El alma, la cortamos; si no llena,

Por mengua, la armadura, pues, la henchimos:

Con la armadura andamos siempre a cuestas.

¡Armadura feroz! Mas conservadla.

Si algún día destruirla pretendierais,

Del solo esfuerzo de arrojarla lejos

Os quedaríais como yo, bien muertas.

Mujer con alcuza - Dámaso Alonso (1898-1990)

[...] Y ha viajado noches y días,

sí, muchos días,

y muchas noches.

Siempre parando en estaciones diferentes,

siempre con una ansia turbia, de bajar ella también, de quedarse ella

también,

ay,

para siempre partir de nuevo con el alma desgarrada,

para siempre dormitar de nuevo en trayectos inacabables. [...]

Puedo escribir los versos más tristes esta noche - Pablo Neruda (1904-1973)

[...] Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.

Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.

La noche esta estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.

Mi alma no se contenta con haberla perdido. [...]

La mujer y la casa - José Lezama Lima (1910-1976)

Hervías la leche

y seguías las aromosas costumbres del café.

Recorrías la casa

con una medida sin desperdicios.

Cada minucia un sacramento,

como una ofrenda al peso de la noche.

Todas tus horas están justificada

sal pasar del comedor a la sala,donde están

los retratosque gustan de tus comentarios [...]

Si Dios fuera mujer - Mario Benedetti (1920-2009)

¿Y si Dios fuera mujer?

pregunta Juan sin inmutarse,

vaya, vaya si Dios fuera mujer

es posible que agnósticos y ateos

no dijéramos no con la cabezay dijéramos sí con las entrañas.

Tal vez nos acercáramos a su divina desnudez

para besar sus pies no de bronce,su pubis no de piedra,

sus pechos no de mármol,sus labios no de yeso. [...]

Ca Fosgari - Cristina Peri Rossi (1945)

Te amo como mi semejante

mi igual mi parecidade esclava a esclava

parejas en la subversiónal orden domesticado.

Te amo esta y otras noches

con las señas de identidad

cambiadascomo alegremente cambiamos nuestras ropas

y tu vestido es el míoy mis sandalias son las tu

yascomo mi senoes tu seno

y tus antepasadas son las mías.

Hacemos el amor incestuosamente

escandalizando a los peces

y a los buenos ciudadanos de este

y de todos los partidos.

A la mañana, en el desayuno,

cuando las cosas lentamente vayan despertando

llamaré por mi nombrey tú contestarás alegre,

mi igual, mi hermana, mi semejante

Y Dios me hizo mujer - Gioconda Belli (1948)

Y Dios me hizo mujer,

de pelo largo,ojos,nariz y boca de mujer.

Con curvasy plieguesy suaves hondonadas

y me cavó por dentro,

me hizo un taller de seres humanos.

Tejió delicadamente mis nervios

y balanceó con cuidado

el número de mis hormonas.

Compuso mi sangre

y me inyectó con ella

para que irrigara

todo mi cuerpo;

nacieron así las ideas,

los sueños,el instinto.

Todo lo que creó suavemente

a martillazos de soplidos

y taladrazos de amor,

las mil y una cosas que me hacen mujer todos los días

por las que me levanto orgullos a

todas las mañanas

y bendigo mi sexo.

Eres más que belleza - Rupi Kaur (1990

Quiero disculparme con todas las mujeres

a las que he llamado bonitas

antes de haberlas llamado inteligentes o valientes.

Lamento si hice sonar que

algo tan simple como con lo que se nace,

es de lo que tienes que estar más orgullosa,

cuando es tu espíritu el que ha aplastado montañas.

De ahora en adelante, voy a decir cosas como eres resistente

o eres extraordinaria,

no porque crea que no eres bonita,

sino porque eres mucho más que eso.

Yo no tengo soledad - Gabriela Mistral (1889)

Yo no tengo soledad

Es la noche desamparo de las sierras hasta el mar.

Pero yo, la que te mece, ¡

yo no tengo soledad!

Es el cielo desamparo

si la luna cae al mar.

Pero yo, la que te estrecha,

¡yo no tengo soledad!

Es el mundo desamparo

y la carne triste va.

Pero yo, la que te oprime,

¡yo no tengo soledad!

Es la mujer del hombre lo más bueno - Lope de Vega

“Es la mujer del hombre lo más bueno,

y locura decir que lo más malo,

su vida suele ser y su regalo,

su muerte suele ser y su veneno.

Cielo a los ojos, cándido y sereno,

que muchas veces al infierno igualo,

por raro al mundo su valor señalo,

por falso al hombre su rigor condeno.

Ella nos da su sangre, ella nos cría,

no ha hecho el cielo cosa más ingrata:

es un ángel, y a veces una arpía.

Quiere, aborrece, trata bien, maltrata,

y es la mujer al fin como sangría,

que a veces da salud, y a veces mata”. [...]

A mujer que camina - Basilio Sánchez

“La mujer que camina delante de su sombra.

Aquella a quien precede la luz como las aves

a las celebraciones del solsticio.

La que nada ha guardado para sísalvo su juventud

y la piedra engarzada de las lágrimas.

Aquella que ha extendido su pelo sobre el árbol

que florece en otoño, la que es dócila las insinuaciones de sus hojas.

La mujer cuyas manos son las manos de un niño.

La que es visible ahora en el silencio,

la que ofrece sus ojos

al animal oscuro que mira mansamente.

La que ha estado conmigo en el principio,

la mujer que ha trazadola forma de las

cosas con el agua que oculta”.

Mujer - Rosalía de Castro

Ángel, tu voz me da alegrías

llega a mi agitado seno

como raudal puro y lleno

de secretas armonías.

Murmurios siento de amor

inefable, y me parece

que ancho río en torno crece

con suavísimo rumor.

Sus aguas son como el cielo,

azules, cada onda leve,

pureza de blanca nieve,

muestra con casto recelo.

Y salpicando mi frente

de nubes oscuras llena,

cada gota una azucena

hace brotar de repente.

¡Ésta es la paz!… La comprendo

ahora, por vez primera.¡

Quién, ángel, contigo fuera

las esferas recorriendo!

Mas yo en el mundo… y tú allá…

vives, ángel, junto a Dios,

somos distintos los dos:

tú eres luz, yo oscuridad.

Eres de un mundo mejor

que éste en donde yo nací;

gloria es amar, para ti;

para mí, sólo dolor.

Hijas del viento - Alejandra Pizarnik

Han venido.Invaden la sangre.

Huelen a plumas,a carencia,

a llanto.Pero tú alimentas al miedo

y a la soledad

como a dos animales pequeños

perdidos en el desierto.

Han venido

a incendiar la edad del sueño.

Un adiós es tu vida.

Pero tú te abrazas

como la serpiente loca de movimiento

que sólo se halla a sí misma

porque no hay nadie.

Tú lloras debajo de tu llanto,

tú abres el cofre de tus deseos

y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad

que las palabras se suicidan.

Él era débil y yo era fuerte - Emily Dickinson

Él era débil y yo era fuerte,

después él dejó que yo le hiciera pasar

y entonces yo era débil y él era fuerte,

y dejé que él me guiara a casa.

No era lejos, la puerta estaba cerca,

tampoco estaba oscuro, él avanzaba a mi lado,

no había ruido, él no dijo nada,

y eso era lo que yo más deseaba saber.

El día irrumpió, tuvimos que separarnos,

ahora ninguno de los dos era más fuerte,

él luchó, yo también luché,

¡pero no lo hicimos a pesar de todo!

Solterona - Sylvia Plath

Esta chica de quien hablamos

en un paseo de abril ceremonioso

con su último pretendiente

súbitamente se asombró muchísimo

del charlar de los pájaros

y las hojas caídas.

Así, afligida, ella

vio que los ademanes de su amante

agitaban el aire y se irritó

entre el caos de flores y de helechos

acres. Juzgó los pétalos

confusos, la estación ajada.

¡Cómo deseó el invierno!

Austeramente, en orden minucioso

de blanco y negro

de hielo y roca, todo deslindado,

de corazón a fría disciplina

sometió, exacto cual copo de nieve.

Pero he aquí: un capullo

de sus cinco sentidos de gran dama

una grosera confusión deduce:

traición intolerable. Que el idiota

se rinda al caos de la primavera:

prefirió retirarse.

Y rodeó su casade alambradas y muros impasables

contra el tiempo rebelde

tanto que nadie lo rompiera

con maldiciones, puños, amenazas,

ni con amor tampoco.

La pescadora - Concha Méndez

No quiero la pipa curva,

ni tu pañuelo bordado,

ni las rosas -los domingos-

ni el cestillo con pescado.

Y, marcharé de este puerto

hacia otro puerto distante

para que decir no puedas:

-¡La pescadora es mi amante!

Cultura del palimpsesto - Ida Vitale

Todo aquí es palimpsesto,

pasión del palimpsesto:

a la deriva,

borrar lo poco hecho,

empezar de la nada,

afirmar la deriva,

mirarse entre la nada acrecentada,

velar lo venenoso,

matar lo saludable,

escribir delirantes historias para náufragos.

Cuidado:

no se pierde sin castigo el pasado,

no se pisa en el aire.

Si muriera esta noche - Idea Vilariño

Si muriera esta noche

si pudiera morir

si me muriera

si este coito feroz

interminable

peleado y sin clemencia

abrazo sin piedad

beso sin tregua

alcanzara su colmo y se aflojara

si ahora mismo

si ahora

entornando los ojos me muriera

sintiera que ya estáque ya el afán cesó

y la luz ya no fuera un haz de espadas

y el aire ya no fuera un haz de espadas

y el dolor de los otros y el amor y vivir

y todo ya no fuera un haz de espadas

y acabara conmigo

para mí

para siempre

y que ya no doliera

y que ya no doliera




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