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El único modo para que el quarterback de Baltimore cambie lo que se dice de él es seguir ganando, y la actuación del sábado pasado fue apenas un primer borrador
BALTIMORE – Todos parecen tener una narrativa cuando se trata del quarterback de los Baltimore Ravens, Lamar Jackson.
Existía la narrativa cuando Jackson salía de la universidad, de que estaba mejor equipado para jugar la posición de receptor abierto o corredor. Hay todavía narrativas, partido a partido, de que todavía necesita mejorar en esto o en aquello. Y, por supuesto, la más reciente narrativa en una temporada de calibre Jugador Más Valioso, tiene que ver con la falta de éxito de postemporada de Jackson.
Olviden las narrativas. Jackson ha estado escribiendo en secreto el guion de su propia película triunfal.
Vimos una previa el pasado sábado.
Jackson anotó dos touchdowns, tiró para dos más, y lideró al equipo con 100 yardas terrestres al tiempo que los Ravens derrotaron a los Houston Texans por 34-10 para avanzar al Juego de Campeonato de la AFC el próximo 28 de enero.
Pero, el marcador realmente no fue la gran historia del partido. El verdadero libreto tuvo que ver con Jackson convirtiéndose en un líder más vocal, moviendo su peso específico cuando fue menester, y encendiendo un fuego necesario. El sábado, el fuego era requerido en el medio tiempo dentro del vestidor de los Ravens. Con el marcador empatado 10-10, los Ravens jugando de modo letárgico, y los fanáticos de los Ravens en la orilla de sus asientos, Jackson, brindó a sus compañeros una charla encendida.
Durante la conferencia de prensa posterior al encuentro del sábado, Jackson comentó que estaba iracundo e hizo saber a sus compañeros que no estaba a punto de sufrir un descalabro en su primer juego de los actuales playoffs. Cuando se le preguntó exactamente qué dijo, Jackson sonrió. ”Sería inapropiado si lo dijera aquí”, reveló.
Jackson consiguió la atención de todos.
Ronnie Stanley, el veterano tackle ofensivo izquierdo de los Ravens, dijo que Jackson sacudió a todo el equipo, y que fue importante que lo hiciera. “Significa mucho para un tipo en esa posición [levantar la voz]”, admitió Stanley. “No tiene que decir nada, sabemos la clase de competidor que es. Pero, cuando él dice algo, todo mundo escucha, especialmente a la ofensiva”.
Jackson lideró un feroz asalto de segunda mitad comenzando con la primera serie, puntualizada con Jackson anotando en acarreo de 15 yardas. A eso le siguió con un pase de touchdown de 15 yardas para el ala cerrada Isaiah Likely que dejó arriba a los Ravens por 24-10. El touchdown final de la velada para Jackson fue una asombrosa carrera por fuera para anotar desde 8 yardas.
Se trató de la tercera actuación en fila convincente para Jackson. Fue brillante frente a los favoritos San Francisco 49ers de gira, y dominante frente a los Miami Dolphins una semana más tarde, como local.
Jackson ha estado satisfecho en el pasado con liderar mediante el ejemplo, pero compañeros coinciden en que ha sido más vocal esta temporada y su presencia verbal ha marcado diferencia. El fullback Patrick Ricard señaló que, cuando alguien como Jackson habla, sus palabras llevan peso.
“Es más un tipo que lidera mostrándolo en el campo”, aceptó Ricard. “Pero, pienso que este año ha sido más vocal en puntos donde necesitábamos que lo fuera, como hoy cuando es 10-10 a la mitad, y la ofensiva está un poco parada.
“Desea el Super Bowl con tantas ganas que es lo que empezará a hablar ahora. Pienso que es lo que necesitamos y es lo que él ha estado haciendo”.
La mayor presencia verbal de Jackson podría reflejar también una concientización de su mortalidad deportiva. Aunque sigue siendo un jugador relativamente joven a la edad de 27, Jackson comprende que la ventana de oportunidad empieza a estrecharse.
Durante una entrevista reciente con The Athletic, Jackson dijo que, cuando miró a los jugadores que entraron a la liga con él en el 2018 y vio cuántos de sus ex compañeros están ahora repartidos a lo largo de la liga, se hizo más consciente del tiempo.
“Me hizo echarme para atrás de percatarme de que, ‘Vaya, estoy envejeciendo’”, confesó Jackson durante la entrevista. “Tengo que obtener un campeonato ahora. Es una de las razones por las que estoy recalcando que necesito ganarlo. No estoy rejuveneciéndome. Es mejor ganar ahora”.
No se requiere de mucho para envejecer en esta liga.
Cada temporada, una cosecha nueva de potenciales estelares jóvenes accede a la NFL. En el 2019, año en que Jackson obtuvo su primer premio como Jugador Más Valioso, C.J. Stroud, el sensacional quarterback novato de Houston, fue votado Jugador Más Valioso del Elite 11, una competencia para quarterbacks de preparatoria.
Stroud ahora está en la competencia por Novato Ofensivo del Año en la NFL. Después de la derrota del sábado, Stroud tuvo elogios para Jackson.
“He sido fanático de él desde la preparatoria, realmente”, precisó Stroud el sábado. “Es realmente un honor compartir el campo con un jugador así. Es un talento generacional. Es un gran quarterback. Puede correr, puede lanzar, es un pasador infravalorado. Soy fanático suyo”.
Jackson también está consciente de la legión de quarterbacks afroamericanos que entran a la liga. Muchos, como Stroud, se vieron influenciados por Jackson. Cuando se le preguntó por el número récord de quarterbacks afroamericanos compitiendo en los playoffs de la NFL (seis de los 14 equipos calificados iniciaron con quarterbacks afroamericanos en la postemporada), Jackson dijo que los números son parte de una narrativa que evoluciona.
“Es grandioso verlo. La vida simplemente es diferente ahora”, contestó. “Las cosas evolucionan. Los tipos son simplemente grandiosos y demuestras su verdadero talento. C.J. Stroud es un tremendo quarterback. Le dije cuando jugamos frente a él antes, en el primer juego de la campaña, le dije, ‘Eres asombroso allá afuera’. El colegial ni siquiera se compara con el lugar donde se encuentra ahora, yo observando a la distancia. Es un gran quarterback, y para otros quarterbacks afroamericanos estar en los playoffs, eso es tremendo. Esperamos, más chicos serán incluidos en los años que vienen”.
Dejando de lado la sociología, Jackson está enfocado en la tarea a la mano; liderar a estos Ravens al Super Bowl. Sabe que, hasta que no lo haga, todos continuarán lanzando sus propias narrativas sobre él, y no se detendrán por la victoria del pasado sábado. No se detendrán cuando los Ravens reciban el Juego de Campeonato de la Conferencia Americana el 28 de enero, más allá de que el quarterback rival es Patrick Mahomes de los Kansas City Chiefs.
El único modo para que Jackson cambie esa narrativa es seguir ganando, prolongar la magia. Debe escribir su propio guion.
La actuación del pasado sábado fue, apenas, un primer borrador.