Miguel Samudio, futbolista de Liverpool, habló en el programa “Quiero fútbol” (Radio Sport 890) sobre las polémicas del partido contra Peñarol, y se refirió al cruce que tuvo con Washington Aguerre tras su expulsión.
El jugador paraguayo reconoció que “fue un partido muy disputado, muy cortado, con mucho roce físico”, que Liverpool intentó afrontar cerrando líneas de pase del aurinegro, aguantando en zona baja e intentando aprovechar los contragolpes con velocidad. A pesar de ello, indicó que con la expulsión de Ignacio Rodríguez a los cinco minutos se les complicó el partido y tuvieron que modificar su estrategia sobre la marcha.
Hablando de si fue un partido demasiado agresivo, reconoció que “se entró fuerte, sin buscar lastimar de gravedad a nadie”, y que “la cancha se prestaba a eso, el marco, el entorno, las pulsaciones a mil generan decisiones malas que uno puede tomar”, pero reafirmó que nunca hubo intención de lastimar a un rival.
Samudio protagonizó un par de acciones que fueron las que generaron los mayores debates. El árbitro Pablo Giménez marcó penal por mano suya en la línea del arco para evitar un gol de Peñarol, y el paraguayo vio la tarjeta roja. Sobre ello, el lateral dijo que “no fue penal” porque sintió que el balón le dio en el hombro. “Le mostré la marca en el hombro. En cámara lenta, si vamos a ser coherentes, en cada partido habría un mínimo de cinco o seis expulsados. Pero fue penal porque lo cobró el árbitro y ahí se volvió otro partido nuevamente. Nosotros estábamos bien, pero fue una decisión sobre la que no voy a profundizar porque no me gusta hablar del arbitraje y reconozco que son seres humanos y se pueden equivocar”, indicó.
Consultado sobre los gestos que realizó cuando se estaba yendo expulsado hacia los túneles del estadio Campeón del Siglo, donde indicaba que había dado la vuelta olímpica allí, dijo que “fue un momento de calentura con el arquero, pero que pasa y termina en la cancha”, en referencia al guardameta de Peñarol, Washington Aguerre.
Samudio se sinceró al reconocer: “tenía que llevarme a uno de ellos porque estábamos quedando con dos jugadores menos y pasó eso”. “Fue un momento de calentura y tensión que capaz que el hincha que tiene ese respeto hacia el fútbol, se siente mal. Yo no tengo ningún problema en pedir disculpas porque el primero que hace autocrítica soy yo, y si lo tomaron de esa forma, como una ofensa, no tengo problemas, pido disculpas, pero no fue para ofender a nadie. Tuve un roce con el arquero, le dije que salí campeón en una cancha hermosa, difícil, ante un rival multi campeón de Libertadores, pero jamás le faltaría el respeto a la institución ni a nadie. No hay que dramatizar demasiado, lo que pasa en la cancha, termina en la cancha. Dije lo que sentí en el momento, salí campeón ahí, pocos equipos hicieron eso, pero queda ahí”, expresó.
En esa escaramuza, finalmente fue expulsado el delantero de Peñarol, Maximiliano Silvera, que reaccionó ante los gestos de Samduio. El paraguayo comentó que su objetivo “era que alguien salte”, pero que “el problema era con el arquero, no con otro”. “Hay jugadores con los que me llevo súper bien, fui compañero de Maxi Olivera y de Camilo Mayada, a Leo Coelho lo conozco. Pero hay momentos en que las pulsaciones se calientan, pasa que nosotros a veces nos sentimos un poco menos a la hora de la toma de decisiones. Al arquero le marqué presencia y ya está, no hay que dramatizar demasiado”, contó.
A su vez, Samudio contó que a quienes no pedía disculpas por su gesto era “a los inadaptados” que le estaban enviando amenazas de muerte y otros agravios. “Tengo una espalda bastante amplia para recibir todo tipo de amenazas, y no me afecta. Pero que se metan con mi familia es otra cosa. Había jugadores que se metieron con mi familia y eso no lo voy a tolerar, pero termina ahí, no voy a entrar en situaciones que escapan de mis posibilidades. Fue una alusión al arquero y termina ahí, y si mañana me tengo que tomar un café con él, lo voy a hacer. Somos futbolistas, nos podemos equivocar y termina ahí”, dijo. Hablando de otro de los hechos que marcó el partido, fue consultado por la que puso ser la doble amarilla para Leonardo Coelho, y dijo que “cuando un entrenador lo saca un jugador es porque está a punto de ser expulsado o lo va salvar de algo”. “En la chiquita te meten hacia el arco, y hacia el otro lado no es recíproco. Hubo situaciones que todos vieron, nosotros tenemos que cuidarnos al decirlo, se puede tomar de mala manera, no es momento, ya está. No estuvimos a la altura, en su momento fuimos superados porque el rival tiene jerarquía, pero estoy orgulloso de mis compañeros que con inferioridad siempre intentó ir hacia el arco rival”, comentó.
Samudio mencionó que con la primera expulsión a Rodríguez, el árbitro Giménez “se condicionó mucho”, y que “fue un partido en que los futbolistas no lo ayudamos”. “Se le escapó de las manos por consecuencia de nosotros los futbolistas, nos preocupamos más en protestar o pegar patadas más que lo que nos compete, que es jugar al fútbol. Fue un partido para el olvido, no estuvimos a la altura, hay que seguir mejorando para que se vea un lindo espectáculo”, añadió.
Otro aspecto sobre el que habló el futbolista paraguayo fue el poco cuidado que le dan los árbitros del fútbol uruguayo a Luciano Rodríguez. “En otros países se cuida mucho a los jóvenes talentos, los primeros que lo tienen que cuidar son los rivales, y segundo, los árbitros. Tienen que proteger a jugadores así. Una cosa es que te veas superado, otra que quieras sacarlo del partido. Si a mi me toca un rival habilidoso, joven, de buenas condiciones, lo voy a aplaudir, lo voy a cuidar, sin intención de lastimar, que me supere por las condiciones que tenga y lo tengo que proteger. Es el futuro del país, de la institución, y a esa clase de jugadores tenemos que cuidarlos, y a Luciano no lo cuidan, es el más habilidoso que tiene el fútbol uruguayo”, comentó.