“El momento de hacer un balance será después del partido contra Argentina”. La respuesta de Jorge Fossati ante la pregunta de El Comercio en conferencia de prensa tras el empate sin goles ante Chile en Lima se podía interpretar de dos maneras: o el técnico confiaba en un milagro en Buenos Aires o simplemente se corría de su destino. De todos modos el tiempo dejó todo como estaba (o peor): Perú cerró el 2024 -el primer año de Fossati- con otra derrota más, acumulando su tercera caída por Eliminatorias en seis partidos, que se acompañaban a las otras dos cosechadas en la Copa América, además de los tres empate y un solo triunfo en los dos torneos. El argumento de las tres victorias y una igualdad en los amistosos quedó en el olvido.
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Aunque no es oficial, es inminente que Fossati no continúe al mando de la selección a partir del próximo año. Así lo decidieron -según pudo conocer este Diario- en el último directorio en la Federación Peruana de Fútbol. Todos, incluido el presidente de la FPF Agustín Lozano, le quitaron la absoluta confianza que había en él. Los malos resultados, el pésimo juego y el último lugar en la tabla de las Eliminatorias así lo obligaban. No hay discurso que salve al estratega uruguayo.
El contexto en el que el seleccionador charrúa tomó las riendas de la selección no fueron las ideales. No por su lado, sino por la polémica salida de Juan Reynoso. Su llegada tuvo argumentos sólidos por el amplio CV que carga, pero en ese momento la FPF de Lozano se guió por el consenso popular, ya que había salido campeón con Universitario en diciembre de 2023.
Amistosos
2-0 vs Nicaragua
4-1 vs. Rep. Dominicana
1-0 vs. El Salvador
0-0 vs. Paraguay
Copa América
0-0 vs Chile
0-1 vs Canadá
0-2 vs Argentina
Eliminatorias
1-1 vs Colombia
0-1 vs Ecuador
1-0 vs Uruguay
0-4 vs Brasil
0-0 vs Chile
0-1 vs Argentina
Un vestuario que no confió en el sistema
En su elección nunca se contempló el peligro que resultaba resetear los automatismos de una selección acostumbrada a jugar con cuatro al fondo. Se intentó cambiar con Juan Reynoso en algunos amistosos, pero no se logró. Y para Fossati, el 5-3-2 / 3-5-2 siempre fue inamovible. Eso sí, ese sistema nunca convenció al vestuario: era, por lo visto en los partidos, ser defensivo al punto de no anotar ningún gol en ocho de los 13 encuentros disputados.
Pedro Ortiz Bisso, periodista y columnista de esta casa editora, reveló en una reciente columna que el vestuario nunca se convenció al cien por ciento de Fossati y su cuerpo técnico, mucho menos de su manera de trabajar. Algo así, según cuenta, ocurrió en Universitario pese al título conseguido en 2023.
Si algo no se le puede culpar al uruguayo es que agarró la desgastada base que dejó Gareca y que también sufrió Reynoso. De hecho, según un estudio del CIES Football International, Perú tiene a la selección con mayor promedio de edad (30.8 años) en el mundo.
Fossati convocó a 43 jugadores durante su primer -y probablemente- único año. Probó, pero no encontró. Y su sistema marginó a los jugadores que supuestamente eran la esperanza en medio de la oscuridad: Bryan Reyna (disputó apenas cinco partidos) y Joao Grimaldo (cuatro encuentros).
También está su discurso de afirmar que solo iba a convocar a los que mejor actualidad tenían y terminó llevando a la Copa América a un Christian Cueva que llevaba ocho meses sin jugar por una lesión en la rodilla.
Los números hablan por sí solos y Jorge Fossati no solo es una víctima del nulo recambio generacional, también cometió errores que le costarían el puesto.
