Lo anheló cuando se divertía junto a su compadre Jefferson Farfán en aquella categoría 84 de Alianza Lima que era imparable en menores. Estuvo cerca dos veces en el 2002, ya con 18 años, pero su calidad, demostrada con los años, hizo que despegara antes hacia la élite del fútbol europeo. Veintidós años después, Paolo Guerrero cumplió su sueño de niño, el de su familia, de su madre Doña Peta, de su tío ‘Caíco’ Gonzales: por fin debutó con el club de sus amores. Jugó poco más de 20 minutos en el triunfo íntimo por 1-0 ante Carlos Mannucci por el Torneo Clausura de la Liga 1 Te Apuesto.
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