Mi gente de ‘La fe de Cuto’, les taremos la segunda parte de la entrevista a Edison Flores. El popular ‘Orejas’, nos cuenta más secretos de su paso pro el fútbol extranjero en clubes de México y Estados Unidos. ¡Harto aguadito!
En la charla, Edison Flores comparte su experiencia en el fútbol mexicano, jugando en el Monarcas Morelia y Atlas, y recuerda algunas divertidas anécdotas durante su etapa en el país azteca.
Además, nos cuenta cómo vivió su regreso a Universitario de Deportes y rememora uno de los momentos más emocionantes de su carrera: el apagón en el Estadio de Matute durante un partido contra Alianza Lima. No se olviden que la fe es lo más lindo de la vida, sobrinos.
En el 2019 juegas una gran Copa América donde se llegó a la final con Brasil, cuéntanos ese momento...
Fue un momento impresionante llegar a la final después de haber competido con grandes selecciones, Uruguay, Chile. Volver a jugar un partido con Brasil era importante para nosotros. Recuerdo que por cosas de los partidos perdimos el partido pero creo que lo competimos bien hasta el final.
Luego te vas a México, al Monarca de Morelia, por dos temporadas... ¿ahí fue tu mejor temporada como futbolista?
Sí, mi mejor temporada en todo, futbolísticamente... Recuerdo que yo venía de Arbol, después del mundial, me presentaron como que fuera una estrella de rock, jugaban un partido y me presentaron a medio tiempo. Me hicieron sentir desde el principio como si estuviera en casa. Me costó un poco al principio por la altura, pero ya luego me adapté al equipo, a la ciudad, una ciudad muy bonita, peculiar, a la antigua, pero me gustó mucho porque era muy familiar para todos, para los compañeros, para el equipo.
¿Te comunicas con alguno de tus compañeros de esa época?
Sí, con un chileno y algunos mexicanos que siguen en México y están pasando por un gran momento. Angel Malagón, que tapa en América, me da mucho gusto porque en mi tiempo él era segundo arquero y ahora está de primer portero en América que es un equipo grande de México. Luego con Sebastián Vegas, es chileno, tuvimos una afinidad desde el principio que hasta el día de hoy nos seguimos comunicando.
Luego te vas a Estados Unidos...
Sí, la última temporada hice una gran temporada con mis compañeros y el técnico y ya quería tomar otros rumbos. Sale la oportunidad de ir al DC United y la verdad muy contento porque era algo que yo quería, era un reto, un objetivo que estaba pensando y planificando, al final se dio y me sentí muy bien. Futbolísticamente no fue uno de los menores que pude tener porque tuve algunas lesiones que me limitaron un poco pero es un lugar donde me sentí familiarmente y personalmente, sentí que era mi sitio en el mundo, Virgina, DC y Washington.
¿Estás pensando en irte a vivir por allá?
Es algo que tengo en mente, pero no sabemos más adelante. Es una de las opciones.
Luego te vas a Atlas de México...
Sí, me sale la oportunidad y la tomé. Era lo que yo quería en ese momento por en DC United ya había sido todo y quería volver a México a probar una nueva experiencia. Allí me encontré con Anderson Santamaría y con un equipo bicampeón. Ahora Anderson está en Santos, Laguna, pero ya es muy reconocido allá en Guadalajara.
¿Alguna anécdota en esa etapa?
Recuerdo que en mi segundo partido con Cruz Azul, estábamos perdiendo y entro faltando 20 minutos, con un compañero joven de la cantera de Atlas y le meto un centro, él mete el gol y queda 1-1. Después le saco una pelota al delantero y mete el gol. Fue espectacular, ganamos, le volteamos el partido y me ahogué, me pusieron oxígeno, me inyectaron a la vena, nunca me había pasado eso, sentía que me faltaba al aire. Terminó el partido y me fui directo al consultorio.
¿Cómo se da tu regreso a la U?
Yo soy muy allegado al Puma desde que debuté. Luego en 2016 cuando me fui, fue asistente del profe Roberto Chale. Siempre hemos tenido buena comunicación por muchos años.
Recuerdo que en una comida para fin de año de 2022, le decía: “Puma, 2023, 2024 es el centenario, no van a esperar el 2024 para campeonar”. Me dice ‘el 2023 tiene que ser todo’. Yo le decía eso porque quería volver pero no me entendía el Puma y yo no me quería regalar.
Claro pues...
Hasta que me dijo ‘si quieres hablo con Ferrari’ y habló, a los días me llamó y me dijo ‘Me han dicho que quieres regresar, háblame claro’. Creo que no se llegó a un acuerdo con el club, yo estaba en duda también y decidí probar seis meses más para ver qué tal me va y quedó en nada. Recuerdo que mi cuñado (Roberto siucho) estaba ahí y me mandó la foto de un locker con mi nombre en pregunta, al principio de 2023 y le dije ‘no mano, no creo que se dé, quizá después pero ahorita no’. Pruebo esos seis meses, no juego casi ningún partido, ya no salía en lista y se abre la posibilidad de poder ir a la U otra vez. Mi representante Lupillo comenzó a trabajar y hasta que se juntó con Chalaquita, Manuel y Jean, para ver qué tal era la posibilidad y yo se lo dije claramente a mi representante, que mi prioridad era la U, pero si no puede ser la U, ya vemos otras cosas, me había llegado una oferta de Turquía, en Arabia pero yo no quería escuchar porque eso es candela pura.
Salió como yo quería, en la U se pusieron de acuerdo y pasé como préstamo porque firmé con Atlas cuatro temporadas, firmé un año en la U de préstamo con opción a medio año más pero sin compra, ya estoy en el último semestre y me queda un año y medio más en Atlas. Estoy bien asegurado.
Tu mejor gol en toda tu carrera...
Creo que fue uno de tiro libre, la chalaca y con la selección fui uno que le hice a Chile, que perdimos, pero le metí la punta de Romario.
¿Qué se te viene a la mente cuando ves ese video donde Chemo del Solar te considera en el equipo como esas leyendas de la historia de la U?
Me sentí muy contento porque a veces a los futbolista no les basta con comentarios buenos o malos, quiere más, quiere como el hincha. A todos nos pasa que no nos sentimos valorados en el equipo en algunos momentos, pasa por la cabeza pero creo que lo que dijo el Chemo me llegó a mí y me sentí muy contento. Estar en un equipo donde hay puros históricos es gratificante y es algo que valoro mucho y reconozco que lo dijo una persona que es ídolo y sigue dando mucho por el club. Fue un inicio impresionante, es un sueño que reconozcan alguito de lo que has hecho y que el Puma sea una amistad pura y sincera es algo que a mí día a día me fortalece, son parte de la historia.
¿A qué piensas dedicarte cuando dejes el fútbol?
Tengo treinta. Todavía, tío... Quisiera hacer algo referido al fútbol, quisiera ser agente, creo que es algo que lo tengo muy de cerca, tratar de apoyar a los jugadores, a los nuevos valores, espero que se dé. Y uno de mis retos que combato contra todos, contra la familia, los comentarios de mis amigos, que lo hacen por joderme también, pero es tener un canal de streaming que pueda comunicar con la gente, que pueda hacer entrevistas, su sucesor tío, hay para todos pues tío.
¿Qué tal la vida de padre?
Bien, tengo dos hijitas, chancletero. Muy contento, muy feliz, te cambia la vida, uno no puede decir que es buen padre porque uno no nace sabiendo, uno se va haciendo, va cometiendo errores, cometiendo aciertos pero va llevando para bien y el cuidado máximo que requieren mis hijas, son mi adoración y no quiero que nadie las toque.
¿Cómo fue ese momento de la estrella 27 en Matute?
Después del primer partido nos sentimos tranquilos. Fue un poco raro porque nos empataron casi al último minuto, fue raro ese partido pero creo que fue porque el destino estaba así y porque era una alerta para decir ‘no se confíen, tienen para poder hacer lo que quieran pero no se confíen’. Eso nos mantenió alerta y la cabeza, el profe, con todo su comando técnico, nos dijo que hicimos un gran partido, sabemos que no nos gusta esa parte de quedarnos con ese empate que no nos pareció justo pero el miércoles vamos a dar lo mejor y sé que todo va ir bien. El profe cuando alza la voz es imponente. Luego, hablando un poco con Andy le dije que eran cosas del destino porque habíamos jugado bien pero hay que darle vuelta y seguir con lo siguiente.
A mí me encantó verlo al Puma, a Piero Alva, Coco Araujo...
Nosotros no sabíamos quiénes iban a ir, los vimos bajando para ir al bus ahí los vimos a los tres y nos dio una alegría inmensa porque, a parte que son ídolos en el club, es gente que te quita presión, te baja un poco esa euforia y a parte que todos los insultos que van para nosotros, se los dan a ellos. La atención estaba para ellos, para eso fue pensado y a nosotros nos motivó un poco más.
¿Cómo se sintieron cuando separan línea de tres?
Días previos el profe había planteado los dos esquemas, la línea de cuatro de todo el año que había hecho Alianza y luego un poco de línea de tres que había acabado con nosotros y que en teoría fue a lo que mejor se acomodaron ellos en los últimos minutos del partido, que nos empataron. El profe dijo ‘no, vamos a practicar los dos sistemas de ellos y el equipo de nosotros, el equipo titular era un equipo bueno pero el equipo suplente era mejor, tienen más hambre, que quiere entrar, nos hacían la vida imposible todo el año, nos cagaban a goles. Ellos sí hicieron bien el trabajo, nos la pusieron difícil para que nosotros captáramos bien lo que ellos querían con línea de tres.
¿Qué pasó después?
En el partido, pensamos que no iban a cambiar. Vimos la alineación y sí, lo que relata Piero, vimos la alineación y dijimos, ‘acá tenemos un punto a favor’, nos sentimos con mucha más confianza.
Hizo la técnica precisa...
Recuerdo y anecdótico también, recuerdo que llega el lateral, el cholo la pelea como siempre, se la da a Martín, Martín se la da a Andy y Andy mete el amague y ya me había visto, siempre practicamos juntos, lo veo que me mira, agacha la cabeza y le mete fuerte porque era la única posibilidad de que pueda pasar ese balón, le mete un misil, le pega con la izquierda porque no controla mucho, se le va el pie. Yo solamente lo único que hago es meter la cabeza para darle dirección porque estaba solo y a celebrar. No celebré mucho porque era el minuto tres y con calma.
Me contracturé los glúteos y todo ese tiempo estuve con problemas físicos y pensé en salirme, dije, vamos a esperar un rato, me tranquilicé, respiré un poco y pasó. Jugué hasta el minuto 70 y asu madre, qué fea sensación estar afuera, hasta que vino el segundo gol y me dio una tranquilidad, me puse a saltar como un bebé, a llorar, a abrazarme con todos. Es que yo había salido porque me acalambré, vino el doctor y le dije ‘no quiero nada, sal de acá, déjame ver el partido’. Estaba súper nervioso, estaba en nervios y no quiero nada, no quiero que nadie me hable. Me fui a ver el partido y me abracé con el doctor en el segundo gol. Cheta me conoce, entiende, nos abrazamos, salté, lloré.
¿Nunca se imaginaron que iban a apagar la luz?
Termina el partido, entro, me persigno y ahí se apaga todo. Entré en shock y dije ‘vámonos al camerín y nada de celebración’. Sentí miedo por mis compañeros, por nosotros, les decía a los de seguridad para salir de una vez de ahí. Querían dar la vuelta, querían celebrar. La gente quería celebrar, era normal. Yo no di la vuelta, caminé nomás, me fui al camerín, justo me tocó antidoping con Valera, no pudimos celebrar en el camerín pero después ya fue una euforia en el hotel.
¿Cómo estaba tu estado físico?
Habré estado en un 80%, me costó entrar en la dinámica del club, el club arrasaba en el Monumental con una dinámica impresionante, corrían bastante. Afuera sacamos unos puntos valisoso, ganamos algunos puntos pero entrar en esa dinámica me costó. Gracias a Dios que el profe me acopló de a pocos con la sinceridad que yo sentía. No me lesioné, tuve algunas molestias normales pero no me lesioné.
Este año, ¿cómo vive el plantel nuestro Centenario?
Hemos formado un gran plantel, se ha renovado a casi todo el plantel, se han ido dos o tres piezas y han venido piezas a fortalecer el equipo. Creo que son grandes jugadores pero sobre todo son grandes personas. Creo que tenemos muy buena comunicación. No todo es lindo, siempre hay sus peleas pero siempre uno como jugador, como persona, reconoce sus errores, pide disculpas ante los compañeros y eso es lo que yo valoro más. Es un grupo sano que tiene un mismo objetivo, busca la victoria en todo lugar donde vaya.
Hemos tenido una fiesta de nuestro centenario, inolvidable
Gran fiesta. Lo que más rescato, a parte de la gente que estuvo ahí, que es del club, me quedé asombrado, paralizado con los fuegos artificiales, impresionante. A veces los jugadores no nos damos cuenta de esa parte, creo que me di cuenta de muchas cosas, me di cuenta que somos eso, somos todos o no somos nada, somos la gente, los dirigentes, somos los ídolos, los que estuvieron y vivieron en la la U, somos los que estamos ahora, si no nos apoyamos no somos nada y eso es lo que vi dentro de todos los fuegos artificiales.
El profe Roberto Chale...
Agradecimiento al profe Roberto que nos llevó a la selección otra vez a varios de Universitario. Sé que está malito pero sé que es muy fuerte, hemos tenido vivencias, anécdotas. Tenemos una foto, recuerdo que siendo nuestro técnico, Andy y yo somos palteados y le pedimos una foto a nuestro profesores. Tres mundialistas. La tengo ahí guardada. Mi profe, le mando un gran abrazo a mi profe y a toda su familia