A diferencia de lo que sucede en otras ligas del mundo, donde los entrenadores no toman la juventud como sinónimo de inmadurez, en el fútbol peruano no es muy común ver a jugadores jóvenes sumando minutos en Primera División sin siquiera haber cumplido la mayoría de edad. Si bien siempre se dice que hay que respetar los procesos, cuando un chico tiene la capacidad para ser titular y muestra las condiciones para rendir por encima de otro con más experiencia, ¿por qué tendría que seguir en el banco de suplentes?, ¿solo porque es más joven? La precoz aparición de Maxloren Castro en Sporting Cristal responde a estas preguntas, pues a sus 16 años no le pesa la responsabilidad de ser uno de los más desequilibrantes del equipo y que el pueblo rimense extrañe cada vez menos a Joao Grimaldo.
Cuando ‘Grima’ cogió sus maletas y emprendió vuelo hacia Serbia para sumarse al Partizán de Belgrado, en Sporting Cristal sabían que tenían que moverse rápido en el mercado de fichajes si querían encontrar a alguien de sus características. Sin embargo, el área deportiva celeste tardó más de la cuenta y recién a comienzos de agosto concretó la incorporación de Luis Iberico. No obstante, el exdelantero del Riga FC tiene otras virtudes y en lo que va del Torneo Clausura no ha podido acomodarse por la banda izquierda, ni siquiera jugando al lado de Martín Cauteruccio en un 4-4-2.
De esta manera, el nombre de Maxloren Castro volvió a tomar relevancia en Sporting Cristal, después de haber sumado importantes minutos durante el Apertura bajo la dirección técnica de Enderson Moreira. Con Fernando Pacheco sumido en el vaivén de irregularidad e Iberico sin hallarse cómodo en el esquema de Guillermo Farré, el delantero nacido en el Callao fue sumando puntos cada vez que ingresó, hasta adueñarse del puesto que Grimaldo dejó vacante. ¿Qué trabajo deben hacer en el Rímac para que se convierta en una realidad? ¿Por qué su aparición entusiasma tanto y qué tan lejos podría llegar?
Torneo | Partidos jugados | Goles | Asistencias | Minutos jugados |
---|---|---|---|---|
Liga 1 | 14 | 2 | 2 | 483 |
Copa Libertadores | 1 | 0 | 0 | 13 |
Los registros de Maxloren Castro con Sporting Cristal en 2024.
Un oasis en el desierto
El 2024 viene siendo un año bastante turbulento para Sporting Cristal. Después de la eliminación prematura de la Copa Libertadores, los celestes apostaron todas sus fichas ganar el Torneo Apertura, el cual terminaron perdiendo por diferencia de goles a manos de Universitario de Deportes. Cuando parecía que el Clausura sería el certamen perfecto para hacer un borrón y cuenta nueva, la directiva tardó en reforzar al equipo y lo que vino después terminó siendo consecuencia de las malas decisiones que tomaron a inicios de temporada.
Sin embargo, dentro de ese cúmulo de errores que podrían desencadenar en otro año sin título para el club, el nombre de Maxloren Castro termina siendo una buena noticia que inspira cierto optimismo pensando en el mediano y largo plazo. Su desfachatez para encarar, esa sinvergüencería que tiene al tomar la pelota e ir hacia adelante y la sobriedad con la que toma sus decisiones, describen a un futbolista que tiene más años de los que dice su DNI, el mismo que ni siquiera es azul. Mide 1,68 metros y casi siempre da la impresión de ser más frágil que sus rivales, algo obvio si tomamos en cuenta que está en pleno desarrollo. Pese a eso, se nota que no le teme a nada, como buen hijo del Callao.
Es evidente que tiene todas las aptitudes de un extremo desequilibrante, encarador y veloz. Justamente lo que estaba buscando Sporting Cristal al perder a Joao Grimaldo. Así como tiene la difícil misión de salvar la temporada de un equipo mal conformado y que cada vez cuenta con menos chances para ganar el Torneo Clausura –lo más lógico sería que peleen pensando en el acumulado–, Guillermo Farré será una pieza fundamental en esta etapa de Maxloren, en especial porque de él dependerá las oportunidades que tenga en este último semestre, así como el adiestramiento desde la interna, comprendiendo que está completando su proceso de maduración y cada paso que dé a esta edad será crucial en su carrera.
Más que trabajar en que Castro sea el nuevo Grimaldo, el enfoque debería ser en que él mismo desarrolle sus propias características y las potencie con el correr de los partidos. Y ojo: con cada encuentro, con cada nuevo reto por delante, no debe quedar de lado que todavía tiene 16 años y recién en diciembre soplará su décima séptima velita. Eso quiere decir que así como este último domingo acertó y participó en el 1-0 sobre UTC, para después anotar el 3-0, habrá jornadas en las que estará errático y se equivocará como le pasa a cualquier futbolista en el mundo. Es parte del proceso.
Así como Sporting Cristal tendrá que arroparlo para que saque todo lo bueno de sí, también deberá ser el escudo para repeler las criticas que seguramente le caerán desde afuera, considerando que siempre hay un sector de la hinchada que no entiende de procesos y le exigirá como si fuese un experimentado, más si los fracasos se siguen acumulando alrededor de la institución. Con dos goles y dos asistencias en 15 partidos oficiales en lo que va de la temporada, sus números hablan por sí solos. Su camino recién comienza y por ahora todo es ilusión.
Dos ‘joyas’ de la casa
Si hacemos una breve comparativa entre la aparición de Maxloren Castro y cómo fue cuando pasó lo mismo con Joao Grimaldo, hay marcadas diferentes para destacar. Por ejemplo, mientras el actual futbolista del Partizán debutó con 17 años y recién anotó su primer gol a los 18, cuando ya estaba disputando su segunda temporada con Sporting Cristal, ‘Max’ lo consiguió todo a los 16, incluso con registro superior en su campaña de estreno con ‘SC’: dos anotaciones y dos pases de gol en la Liga 1 2024. Hay que considerar, además, que entre el 2021 y 2022, ‘Grima’ fue llevado de a pocos por Roberto Mosquera y no siempre fue titular pese a su buen rendimiento.
Por otro lado, con el tanto que Castro le marcó a Carlos A. Mannucci en la fecha 5 del Torneo Apertura, se convirtió en el jugador más joven de Sporting Cristal en anotar un gol en el presente milenio, con 16 años, dos meses y 16 días, superando a Beto da Silva (17 años y 246 días en 2014) y Brian Belini (17 años y 306 días en 2003). Por si fuera poco, se adueñó del récord al goleador más precoz del balompié nacional a lo largo de los últimos 40 años, teniendo al ‘potrillo’ Luis Escobar como el precedente más cercano, quien firmó su primera anotación con Alianza Lima a los 15 años, dos meses y 21 días, en 1984.
En una de sus tantas memorables conferencias de prensa como entrenador del Athletic Club, Marcelo Bielsa dijo lo siguiente: “Es muy fácil poner jugadores jóvenes y acrecentar la lista de debutantes. Lo que hay que hacer es poner jugadores jóvenes y que no fracasen, porque poner jugadores jóvenes para demostrar que no sirven no es la función. La función es poner jugadores jóvenes para demostrar que sí sirven”. Maxloren Castro se ganó su lugar a pulso y, gracias a su buen rendimiento, ha demostrado que puede ser útil en lo que resta de esta durísima temporada para Sporting Cristal. Ya lo dijo el ‘Loco’, no se trata de que debuten por obligación, sino porque realmente están en capacidad de hacerlo. Claro que ‘Max’ es capaz.
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