Era una utopía creer que en tres días de entrenamiento Mariano Soso, el tercer técnico en el año que tiene Alianza Lima tras Alejandro Restrepo y el interino Diego Ortiz, iba a cambiar a un equipo que a lo largo de la temporada ha ido perdiendo idea de juego e intensidad, dos factores que justamente el entrenador argentino no negocia en su estilo. Y como era una ingenua ilusión, los íntimos empataron sin goles ante ADT en Matute en un mal partido y en medio de la impaciencia de los hinchas. Por si fuera poco: si Cristal (visita a Grau) y Universitario (choca con Sport Huancayo en la Incontrastable) ganan, Alianza perderá la punta del Clausura.
ANÁLISIS: “Cauteruccio es el mejor delantero de la Liga 1, pero Barcos también es un ‘9′ de calidad”: la vigencia de las figuras de Cristal y Alianza bajo la mirada de especialistas
Hay que admitir que fue un comienzo que ilusionó a más de uno en las gradas del estadio Alejandro Villanueva. Y es lo que suele pasar cuando hay un cambio de técnico, un nuevo comienzo. Alianza generó hasta tres ocasiones claras de gol en los primeros 20 minutos de juego. Hernán Barcos y Renzo Garcés vieron cómo el portero Pedro Díaz se agigantaba en su arco. Pero conforme pasaron los minutos, el único cambio que se vio en el gramado del recinto victoriano fue la actitud del director técnico: a diferencia de los calmados Restrepo y Ortiz, Soso gesticula hasta para saludar.
El DT argentino casi en ningún momento del partido estuvo en su zona técnica. Un poco más y se metía al campo de juego para darle indicaciones a Erick Noriega, Franco Zanelatto y Kevin Quevedo. Pedía siempre agresividad para presionar arriba y vivía el encuentro a su estilo, siendo muy intenso. Predica con el ejemplo, diría alguno.
Soso no movió el equipo, tampoco tuvo tiempo para hacerlo. Fue más un partido para conocer al plantel, saber las virtudes y los defectos de sus dirigidos. Por eso mandó el ya conocido 3-5-2 con Ángelo Campos en el arco; una zaga de tres centrales compuesta por Erick Noriega, Carlos Zambrano y Renzo Garcés; dos carrileros como Franco Zanelatto y Juan Pablo Freytes; un mediocampo en triángulo formado por Adrián Arregui, Catriel Cabellos y Sebastián Rodríguez; y arriba Hernán Barcos acompañado de Kevin Quevedo.
Hubo, eso sí, algunos movimientos que podrían haber sido pedidos del argentino. A diferencia de lo que se veía antes, Rodríguez no buscó ser el primer pase, no salió de su zona para acercarse a los defensores y pedir el balón. Ese encargo lo tuvo Arregui. Y como era de esperarse, el cuadro blanquiazul careció de un jugador que sepa hilvanar las jugadas. Eso originó que el ‘Bigote’ tenga uno de sus peores partidos, siendo impreciso e intrascendente: perdió 25 veces la posesión del balón, según las estadísticas de SofaScore.
Mientras ADT se asentaba mejor en el campo y empezaba a generar peligro en el arco de Campos, sobre todo en el segundo tiempo, Barcos tuvo que dejar el área para retrasarse e intentar ser Rodríguez. Por eso, Soso sacó en el entretiempo a Kevin Quevedo para darle lugar a Matías Succar. Si Hernán retrocedía, era necesario tener otro ‘9′ en área rival. Además, Quevedo no tuvo ninguna influencia en el juego, de hecho fue uno de los jugadores a los que el técnico llamó más la atención por las pérdidas de balón.
Los ingresos de Jhamir D’Arrigo y Neira hicieron que los blanquiazules sean más directos, pero también descuidaron las espaldas. Si bien Succar y Rodríguez se fallaron goles casi debajo del arco, ADT tuvo un par de contragolpes que pudieron acabar en gol. El último fue el de Hernán Rengifo, quien aprovechó un error de Zambrano en el mediocampo para irse solo a la portería aliancista pero su pésimo estado físico le permitió a Freytes alcanzarlo y evitar que remate.
Alianza terminó jugando con tres delanteros: a Barcos y Succar se le sumó Pablo Sabbag. Tres nueves y puros centros. Mariano Soso, que suele repetir que su filosofía de juego no se negocia, también entiende que en La Victoria nadie espera. Primero se gana, luego se analiza y se corrige. Más aún si está de local: empatar sin goles ante ADT, equipo perdió sus dos partidos en Lima y Callao en el año (6-2 ante Cristal y 1-0 frente a Boys), es ceder dos puntos.
A rezar a otros equipos
El empate deja un sabor amargo en el hincha que no se irá fácilmente. Y puede empeorar todo si este domingo Cristal (visita en Piura a Atlético Grau) y Universitario (choca en la Inconstrastable con Sport Huancayo) ganan sus respectivos partidos. Ya que si eso sucede, o si alguno logra retornar a Lima con los tres puntos, Alianza dejará de ser líder del Clausura.
Este segundo certamen del año tiene una particularidad que los íntimos deberían aprovechar y no hicieron en esta fecha 6: cada vez que juegan de local, Cristal y la ‘U’, sus momentáneos perseguidores, lo hacen de visita. Esta tendencia seguirá en las jornadas ocho y diez. Pero en esta fecha los blanquiazules debieron alargar la ventaja que llevan actualmente (tres puntos) que podrían igualarse este domingo. Además, los victorianos visitarán la próxima semana a los rimenses en un duelo que podría marcar su futuro en el Clausura.
Fecha 8 | Alianza recibe a Cienciano ‘U’ visita a Cusco FC (Cusco) y Cristal a Melgar (Arequipa) |
Fecha 10 | Alianza recibe a Mannucci ‘U’ visita a A. Atlético (Piura) y Cristal a Sport Huancayo (Huancayo) |
Soso debutó con un empate sin goles y tiene en el horizonte su primera gran final. Debe lograr que Alianza logre lo que parece ser una hazaña en este 2024: ganarle a los grandes. Los íntimos perdieron sus dos cruces con Universitario y uno ante los rimenses.