La selección peruana venció por 4-1 a República Dominicana en su segundo amistoso de preparación con goles de Sergio Peña, Jesús Castillo, Piero Quispe y Paolo Guerrero. Sin embargo, más allá del resultado abultado, quedó la sensación de que el rival no fue de mucha exigencia y que todavía no se encontró un funcionamiento totalmente convincente por parte de la ‘blanquirroja’. Por otro lado, se rescata el regreso a la victoria, la eficacia frente al arco y el recuperar la confianza desde la hinchada y desde el equipo en este nuevo proceso. Por ahora queda sacar conclusiones tratando de bosquejar un posible once titular con miras a la Copa América, el próximo gran reto del equipo.
Lo positivo
Entre las buenas conclusiones de este encuentro está el retorno al gol de una selección que, en el pasado reciente, sufría de la falta de eficacia y que, a lo largo de las Eliminatorias, apenas ha anotado dos tantos. Entre ellos, una grata noticia es que Paolo Guerrero haya vuelto a anotar desde julio del 2019, por lo que el hecho de iniciar un nuevo proceso con dos victorias en el bolsillo y que uno de ellos tenga el resultado abultado de 4-1 puede ayudar a recuperar la confianza desde el propio equipo y su reconciliación con la hinchada.
Otro de los aspectos positivos es que se ha implementado el 3-5-2 de Fossati utilizando nuevos nombres y se ha sacado provecho de probar a diversas variantes al colocar casi a dos onces diferentes en los dos amistosos. En esta oportunidad, se decidió colocar a Bryan Reyna y Edison Flores y, más allá de convencer o no el funcionamiento entre ambos como doble punta, se ha podido probar el potencial de cada uno para poder acompañar a los ‘9′ ya sea Paolo Guerrero o Gianluca Lapadula.
Asimismo, se probó a jugadores en otras posibles posiciones en las que, a futuro, pueden servir como piezas de recambio más allá de que no se perfilen como titulares, ya sea viendo a Jesús Castillo como ancla o interior, a Sergio Peña como elaborador dentro del mediocampo del equipo o a Oliver Sonne jugando como carrilero por derecha, al menos durante unos minutos de la segunda parte, entre otras opciones. Sin duda alguna, contar con un registro de diversas piezas en más de una posición servirá para un análisis más claro de Fossati pensando no solo en un once titular para la Copa América, sino en eventuales sustituciones.
Lo negativo
Muchas veces un resultado positivo puede maquillar algunas deficiencias en tanto a funcionamiento y, más allá de tratarse de su segundo encuentro al mando del equipo, está claro que la idea de juego tiene que consolidarse mucho más en tanto a automatismos entre las líneas y pulir más detalles, algo que se logrará con más minutos de rodaje.
Las principales dudas tienen que ver con el sector defensivo ya que, pese a no tratarse de rivales muy exigentes, llegaron a complicar por algunos pasajes al equipo, entre ellos, un remate desde fuera del área que significó el gol en contra. Entre los puntos a mejorar está la recuperación de balón aéreo y la postura de la línea defensiva tras la pelota parada; asimismo, también se esperaba ver un equipo con mayor verticalidad y de juego directo e intenso, como se espera que sea el Perú de Fossati a corto plazo.
Por último, sin duda alguna lo más cuestionable es el nivel de exigencia de los rivales ya que, por lo visto, no terminan de ser un buen termómetro si se le compara con rivales de Copa América o Eliminatorias. De hecho, ante República Dominicana, el mismo arquero rival termina siendo uno responsable en gran medida de dos goles de la ‘blanquirroja’; asimismo, su defensa fue permisiva para el ataque nacional.
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