Como se sabe, Alianza Lima está en la búsqueda de un delantero que pueda desempeñarse como ‘9′ o por todo el frente de ataque, y Guerrero encaja de cierta manera en esa descripción. El primer paso, entonces, es que el área deportiva del club tenga la predisposición de ver a Paolo como un refuerzo real para lo que buscan. Todos conocen lo que el delantero de 39 años puede ofrecer en la cancha: es un futbolista con experiencia y jerarquía, cuyas cualidades lo hacen un ‘killer’ dentro del área y un recurso más para crear juego fuera de ella si la situación lo amerita. Conoce su zona de confort, participa de la creación y es casi infalible en el mano a mano.
Si el técnico Alejandro Restrepo da el visto bueno, lo siguiente es indagar sobre el estado físico del jugador. Para Alianza Lima, es clave que cualquier futbolista con opciones de llegar a Matute esté en su plenitud física, sin lesiones y con ritmo competitivo. Desde Adrián Arregui (primer fichaje) hasta Jhamir D’Arrigo (reciente refuerzo), todos cumplen con las mediciones que exigen en el club. Y Guerrero ha demostrado que también está en ese camino: terminó la temporada con Liga de Quito jugando la final de la Copa Sudamericana y la final de la LigaPro de Ecuador, marcó ocho goles en 20 partidos y totalmente entero. Su problema a la rodilla es cosa del pasado.
¿Cuándo fue la última vez que Alianza Lima fichó a un jugador de jerarquía para la Copa Libertadores? Podríamos retroceder hasta hace poco, con Christian Cueva y Carlos Zambrano. Y la experiencia reciente dice que les fue mal; pero con Guerrero podría suceder otra cosa, ya que no está lesionado y se encuentra vigente a nivel sudamericano. Ese diferencial lo hacen aquellos jugadores que atraviesan un buen presente, que saben disputar esta clase de torneos. Y con ambas condiciones a su favor, el siguiente paso es el acercamiento; es decir, contactar al jugador y su entorno, establecer un acercamiento a fin de conocer su realidad económica y las opciones del club para tratar de ficharlo. A partir de allí se abre el escenario de la negociación, uno distinto, y en el que la predisposición de ambas partes es crucial para llegar a buenos acuerdos.
¿Cómo encajaría Guerrero en el 3-5-2 de Restrepo?
Bajo el sistema que propone Alejandro Restrepo, Alianza Lima presentará un juego vertical, trepidante y de mayor recorrido. La intención es tomar el protagonismo del partido, pero manteniendo el equilibrio en las demás zonas del campo. Guerrero, al ser un ‘9′ posicional, puede situarse tranquilamente en zona de ataque, acompañado de un mediapunta o un segundo centrodelantero. Para él no es algo nuevo, porque conoce lo que es jugar con ese sistema. La experiencia suma en ese sentido y acelerar una rápida adaptación de ser el caso. Ahora, si es titular o no, es un tema de debate.
En el hipotético caso de que Alianza Lima logre reforzarse con Guerrero, tendrá a tres delanteros posicionales en su plantel, incluyendo a Pablo Sabbag y Hernán Barcos. Cada uno juega de ‘9′ y sus funciones son similares, pero también posees características que los diferencian. Sumar un refuerzo en esa zona incrementa las variantes para el DT, sobre todo cuando hay que disputar Copa Libertadores y Liga 1; no obstante, también genera la suplencia de un compañero. Por otro lado, si el cuadro blanquiazul decida optar por un delantero con vocación de mediapunta, tendrá otras posibilidades para resolver en ataque.
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