El concepto que se tenía de Reynoso en la FPF siempre fue positivo. Había las mejores referencias de él incluso cuando Gareca era técnico de la selección. La relación entre él y Juan Carlos Oblitas, quien en ese entonces se desempañaba como director deportivo de la federación, era cordial y respetuosa. Ambos habían coincidido como capitán y técnico, respectivamente, en la bicolor que se quedó a un paso de clasificar a Francia 1998. Y debido a esa buena relación, el ‘Ciego’ le abrió las puertas de la Videna para visitar a Ricardo en junio del 2019, cuando el equipo del ‘Tigre’ entrenaba para disputar la Copa América en Brasil. Desde entonces, esa cercanía se fue consolidando poco a poco y finalmente llegó al oportunidad de trabajar juntos otra vez, tras la salida de Gareca de la selección.
¿Cómo llegó Reynoso a ser DT de la selección peruana?
Cuando Perú finalizó en el quinto lugar de las Eliminatorias a Qatar 2022 y aseguró el repechaje contra Australia, nadie pensó en vivir el peor escenario. El triunfalismo por la posibilidad de clasificar a ese Mundial (el segundo consecutivo bajo el mando de Gareca) era tan grande que cegó a todos. Jugadores, técnicos, directivos e hinchas sufrieron un golpe de realidad cuando perdimos en los penales contra los ‘Socceroos’. A partir de allí tocó reevaluar todo y tomar decisiones. Agustín Lozano, presidente de la FPF, afirmó en ese momento que agotarían esfuerzos para retener a Gareca y que “no había plan b” para reemplazar al argentino. Pero no fue así, las posteriores negociaciones demostraron que la comitiva encargada de renovar al ‘Tigre’ fue un fracaso total. Se revelaron cifras confidenciales de lo que ganaba Ricardo y a este no le gustó para nada la manera en que se dieron las cosas. Posteriormente, en diciembre del mismo año, Gareca contó su verdad y dejó mal parado al titular de la federación, hoy investigado por la Fiscalía.
Oblitas no tuvo vela en ese entierro. Toda negociación fue enteramente con la comitiva de Lozano. Y si bien Agustín decía que su objetivo era renovar con Gareca, su intención siempre fue colocar a un técnico de su entera confianza. Por sugerencia de Oblitas, que desde julio del 2022 se convirtió en el director general de fútbol de la FPF y ya no tenía poder para tomar decisiones, se contactó con Juan Reynoso. El ‘Cabezón’ reunía todas las cualidades para asumir el buzo de la selección: un técnico exitoso, campeón en Perú y México, excapitán y conocedor de los camerinos de la bicolor. Es decir, cumplía con cada uno de los requisitos y gozaba de la aprobación de Oblitas y Lozano. Se le ofreció un contrato económicamente menor al de Gareca, pero con el mismo objetivo de lograr la clasificación. La negociación resultó bastante rápida. Era la oportunidad de oro para Reynoso y su anuncio oficial se hizo a inicios de agosto del 2022.
La apuesta por él fue arriesgada, ya que era la primera experiencia de Juan al frente de una selección. Su metodología de trabajo había funcionado en los clubes por los que pasó, donde tenía a sus jugadores casi todos los días de la semana y podía poner en práctica su idea de juego. Tenía tiempo, dedicación y continuidad. Pero en la bicolor sucedió otra cosa. A pesar de que tuvo amistosos antes de iniciar las Eliminatorias, Reynoso nunca pudo encontrar un equipo base. Rotó, cambió y se equivocó, como suele pasar en los técnicos inexpertos. Pero su real problema fueron las clasificatorias, donde la selección apenas sumó dos puntos de 18 posibles y finalizará el año en el último lugar de Sudamérica. A eso, se suma el juego mostrado por el equipo: sin inventiva, cero reacción, poca producción y solo un gol. Es decir, por resultados y rendimiento, le fue bastante mal.
“Cuando me buscaron y hablamos, se dijo que esto podía pasar. Si supiera que estoy haciendo mal las cosas, daría un paso al costado, pero -hoy- no siento que sea así”, contó Reynoso en su última conferencia de prensa. Sus palabras confirman detalles no revelados de lo que fue el acercamiento y posterior negociación con Oblitas y Lozano para convertirse en el técnico de la selección. Juan puso sobre la mesa el peor escenario, lo conversó con los otros dos, y ellos le dieron su respaldo. Bajo esa premisa, la negociación fue rápida y el DT estuvo seguro de que iba a quedarse hasta diciembre del 2025. La apuesta fue a largo plazo, pero para sostener ese periodo son necesarios los resultados. Y Reynoso no los consiguió hasta ahora. Si bien su intención fue quedarse pese al mal momento y confiar en que es el entrenador ideal para la selección, en el directorio de la FPF tomaron la decisión de dar por finalizado su etapa como seleccionador.
Oblitas fue el encargado de decirle a Reynoso que no seguirá como técnico, poniendo así punto final a una historia que no tuvo final feliz. Si había alguien que podía hacerle notar al ‘Cabezón’ lo que sucede afuera de la Videna, ese era el ‘Ciego’. Por esa buena amistad que ambos tienen, por esa relación de técnico y capitán que construyeron en los 90′s, por ese respeto que mantienen desde hace décadas, lo más sensato era proceder de esa manera. Y Reynoso lo aceptó. Otra área se encargará de negociar la finalización del contrato, pero Juan está en su derecho de exigir lo que se le tiene que pagar. La decisión de sacarlo vino de otro lado, no del suyo, por lo que hará respetar las penalidades estipuladas en el vínculo contractual.
Oblitas y Lozano creyeron que Reynoso era el ideal como técnico de la selección, pero cada historia es distinta. Se equivocaron en la elección del DT y tienen responsabilidad en el momento actual de Perú en las Eliminatorias. Dicen que en el fútbol la pita se rompe por el lado más débil, y Reynoso es consecuencia de ello. Pero hay otros protagonistas importantes en esta historia. Desde Oblitas por no prever este escenario, hasta Lozano y su incapacidad para liderar una verdadera reforma del fútbol peruano. ¿Hasta cuándo seguiremos en lo mismo? Saque usted sus propias conclusiones.
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