Kimberly García and Cristhian Pacheco: the owners of a week that showers Peru with gold in the eyes of the continent [VIDEO]

Es nuestra manera de devolverles con cariño su gesta. Es casi un sello de peruanidad. Farfán es Foquita, Christian es Pachequito y Kimberly es Kimi, para todos los efectos, la atleta peruana más ganadora de todos los tiempos. Esta mañana, entre las oraciones de los hinchas de la U por la final del Clausura, los cálculos matemáticos de sus rivales y la resaca del título de Paolo en la Copa Sudamericana, Kimberly García despertó al país con una buena noticia: ganó el oro en Santiago 2023 en los 20 kilómetros de marcha atlética (1:12:26, según los tiempos oficiales informados por la transmisión) una prueba que domina como Messi haciendo pataditas. Fue tan suya la competencia que la ecuatoriana Glenda Morejón, segundo lugar, le miró el 485 de la espalda desde la primera vuelta al circuito. Y es tanta la autoridad continental de Kimberly en la marcha que a esta hora de la mañana, allá en Chile, los reporter@s peruanos se preguntan cuántos días faltan pata que la peruana compita por una medalla olímpica en París.

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Kimberly cierra así una semana que empezó con Pachequito. el bicampeón panamericano que no tiene que gritar para retumbar las paredes. El maratonista peruano que a esta hora debe estar grabando un comercial en Europa cobijado por ese mismo silencio atronador que nunca lo recibe en ningún aeropuerto. Ese mismo silencio que acompaña una impresionante carrera que solo en los últimos dos años se resume en oro puro.

Cristhian Pacheco corre los 42 kilómetros de una maratón en poco más de 2 horas 10 minutos. Otros tardamos ese tiempo en levantarnos. La gran diferencia con el resto es, posiblemente, esa: Pachequito solo va. Ahora lo hace con zapatillas tecnología Nike, su principal sponsor, pero cuando todo empezó, en las alturas de Coto Coto, en Chilca, Huancayo, las monedas le alcanzaban lo justo para unos zapatos de mercado. El sitio oficial de los Juegos Olímpicos lo resumió mejor: “Cristhian Pacheco, de correr con zapatos de 10 soles a rey de la maratón de los Juegos Panamericanos”. Ese cinematográfico pasado, y una indiferencia que lo altera, pero no lo lastima, va con él a cualquier circuito. A la sala de conferencias en Santiago 2023, a los estudios de RPP, al malecón de Miraflores donde esta semana DT lo entrevistó:

-”Llegué a las 8 a.m. a Lima. Hablar de mi federación es una pérdida de tiempo. Es mejor actuar con mi mismo esfuerzo y seguir avanzando. No había nadie (recibiéndome), solo tomé mi taxi y fui al hotel.

Por eso, en julio del próximo año, cuando empiece su largo camino por una medalla en París 2024, la única forma posible de redimirnos con él será perseguirlo, a su ritmo, todo lo que cueste.

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Hace más de un año, en el Mundial de Oregón donde ganó dos medallas de oro y se convirtió en madre de la patria, Kimberly García le mostró al mundo que en el Perú no se huye. En el Perú se camina a prisa, como buscando esa desigual meta que para algunos es un trabajo justo, para otros un título universitario y para unos más, como ella, marchista olímpica nacida en las alturas de Huancayo, la posibilidad de cumplir un sueño que a veces parece imposible en este país cochambroso que siempre pone cabe: que un día, en todos los diarios y canales del planeta, digan que una peruana es la mejor de todas sin discusión.

En eso está hoy. Medalla de oro panamericana para Kimberly García, tercera para el Team Perú. A su lado, el bronce de Evelyn Inga, otra clasificada a los próximos JJOO, ganadora del bronce en los 20 kilómetros de la marcha atlética del domingo. Las bases de un dominio que, si el IPD, Legado y la empresa privada coinciden, pueden convertir a Perú en potencia. Y la sensación de que madrugar por ellas, Kimberly y Evelyn, ha valido inmensamente la pena.