Cristal y Melgar, dos estilos en guerra por la final del fútbol peruano

Como si se fuese una editorial, se dice que Sporting Cristal cuenta con un manual de estilo. Un documento implícito que obliga a ganar de una sola manera. La más estética y arrolladora. En el 2013, cuando Roberto Mosquera fue destituido de La Florida, a pesar de que había resultado campeón el año anterior, los dirigentes de aquel entonces arguyeron que el entrenador había faltado a aquel manual, y que debía marcharse, como si hubiese cometido un pecado mortal.

El tiempo fue justo con Mosquera: regresó años después para reconciliarse con la hinchada celeste y demostrar que siempre tuvo incorporado ese bendito documento, con aura de leyenda, que muy pocos han visto. En este año, esa manera de ganar se apoyó en tres hombres que no suelen lanzar puntazos a la tribuna: ‘Canchita’ Gonzales, Yoshimar Yotún y Horacio Calcaterra. En cortada, con apariciones fulgurantes, estuvo Martín Távara.

A ‘Canchita’ lo vendieron al Medio Oriente, Yotún arrastra una lesión que no lo deja ser, y Távara, como ya sabemos, se autoexcluyó solo. Si a eso le sumamos que Castillo, un volante de otro corte, aunque con gol, no estuvo en la semifinal de ida en Arequipa, podemos entender lo solo que se sintió Calcaterra a mitad de semana.

Esta tarde, en el estadio Nacional, a las 3:00 p.m., ha trascendido la información de que Yotún arrancará ante Melgar. No está con ritmo futbolístico, desde luego, pero lo que puede transmitir desde sus galones es único. El argentino Diego Buonanotte, quien suele ser tomado en cuenta en los segundos tiempos, también tendría un lugar en la oncena titular.

Mosquera debe arriesgar: revertir un 2-0 ante un rival como Melgar, que se siente cómodo defendiendo y jugando al contragolpe, será una tarea titánica. Basta que la escuadra dirigida por Pablo Lavallén anote tan solo un gol para que la empresa de los celestes se vuelva inalcanzable. Si los celestes logran ganar hoy por un margen de dos goles irán a penales. No habrá tiempo extra. Melgar confía en Bernardo Cuesta y compañía. Alguna tendrán. Dos estilos colisionan hoy. No nos dejarán indiferentes.

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