Dragon Ball Super también cuenta con romances. El anime estrenado en el 2015 mostró los sucesos posteriores a Dragon Ball Z. Allí se ve a Goku teniendo una vida normal como terrícola, al igual que Vegeta. Mientras que otros como Krillin vive en familia con Androide 18.
No obstante, Toyotaro tenía planes de muchos más romances, pero superó los límites que Akira Toriyama tenía para su obra. El mangaka participó en una entrevista para televisión en donde contó algunos secretos de su trabajo en el estudio.
Allí se dio a conocer que era la primera vez que él conocía a los Ángeles y los Dioses de la Destrucción, ambos son nuevos personajes de Dragon Ball Super. Según la obra original, cada dios cuenta un ángel que se encarga de atenderlo.
No obstante, no se trata de un ser inferior, sino todo lo contrario. Por ejemplo, Whiss es quien acompaña a Bills o Beerus, el Dios de la Destrucción del Universo 7.
El Universo 11, por otro lado, cuenta con Marcarita y Vermoud. Inicialmente, Toyotaro pesó que era una buena idea crear un romance entre ellos. Según la traducción de Todd Blankenship, un especialista del anime, el mangaka comenta a cámaras que originalmente se los veía enamorados a ambos pero Toriyama corrigió: "¡Los Ángeles son envíados por el Gran Dios Zeno Sama, por lo que no llegan a sentir algo por su Dios de la Destrucción!".
Al final, Dragon Ball Super no añadió este detalle ni en el manga ni en el anime. Simplemente quedó en una de las propuestas del encargado de la obra a papel.