Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, lo tiene muy claro: quiere que la final de la Copa Libertadores 2018 se juegue a un solo partido y en cancha neutral, como si se tratara de la Champions League. Ante semejante cambio, Lima y Río de Janeiro ya se apuntaron como posibles sedes.
De hecho, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Edwin Oviedo, confirmó la oficialización de la candidatura de nuestra capital para el decisivo partido. Aunque a la puja por ser sede también se ha sumado nada menos que Miami.
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Según el portal 'Globoesporte', la ciudad de los Estados Unidos, aunque no esté ubicada dentro de la región donde se disputa la Copa Libertadores, tiene la firme intención de convertirse en sede de la gran final. Insólito, por decir lo menos.
De confirmarse las intenciones de Miami, esta se convertiría en un duro rival para Lima de cara a la elección de la sede final. Cuenta con buenos estadios y una infraestructura adecuada para recibir a los hinchas de los dos equipos que lleguen a la última instancia de la Copa Libertadores 2018.